José Luis Serrano, actor, humorista, guitarrero y compositor de canciones, conocido por su personaje Doña Jovita, nos acompañó en el último programa de ”Vivir Plenamente” para hablar de su trabajo y de lo que significa interpretar a una “mujer baqueana” para compartir a través de refranes, la sabiduría de toda una vida.
Actualmente, la propuesta virtual del humorista es “Doña Jovita viene zoombando”, en la que su simpático personaje tiene un abanico de canciones e historias para compartir. “Me di cuenta que a Doña Jovita le venía bien, aunque yo no estaba preparado”, explicó, ya que a él mismo le supuso un desafío manejar las herramientas digitales para usar Zoom. Contó que se debe hacer un depósito de 500 pesos y los datos se comunican por mensaje de whatsapp a 3544 – 661059. El público es reducido, “la gente le pregunta cosas, hay una interacción”.
EL HUMOR COMO MUESTRA DE GRATITUD
“De manera pública estoy interpretando a Doña Jovita desde hace 35 años, antes hacia varios personajes, con cierta indiferencia, en momentos especiales y en reuniones sociales para hacer reír”, contó José Luis, y añadió que “con este personaje pude viajar a lugares insospechados, como Rusia, Austria, España, Paraguay y Uruguay. Sueño con hacer una gira por Chile, pero primero necesito que entiendan y acepten el personaje”.
Sobre la razón que lo motiva a interpretarla, contó la anécdota de un llamado que recibió de una radio de una pequeña comuna de Buenos Aires. “Todo era por audios y los audios tienen algo misterioso. Es como leer a Inodoro Pereira, no querés conocerle la voz, ni saber cómo camina. Vos ves el dibujo y ya está, lo demás lo arma tu cabeza. Y se reía tanto ese cristiano, diría Doña Jovita, que me hizo sentir útil. Uno de los factores fundamentales es sentirse útil, es saber que con la palabra disfrazada de una supuesta viejita, se puede llegar a contar cosas y compartir sensaciones, abrazar al otro y es realmente milagroso”, expresó.
“La gente se hizo una idea del personaje que, en su risa y en sus corazones generosos, consiguen transmitirte esta empatía. Este pan compartido que es la palabra y, en este caso, son palabras de humor. El humor es una de las manifestaciones de la gratitud”, aseveró. Y lo explicó de la siguiente manera: “Para hacer humor no podés estar chinchudo y enojado con la existencia. Ahora sí haces humor, enojado con la existencia, vas a terminar burlándote y disminuyendo al otro, ninguneándolo, provocándole heridas por su condición sexual, física o lo que sea. Pero si abriendo las ventanas de lo absurdo podemos compartir la vulnerabilidad a través de una palabra loca, desgobernada, amable, que no hace daño, entonces se pone bonito”.
si abriendo las ventanas de lo absurdo podemos compartir la vulnerabilidad a través de una palabra loca, desgobernada, amable, que no hace daño, entonces se pone bonito.
Antes de asumir el papel de Doña Jovita, José Luis contó como experiencia significativa que hizo canciones “para gente que son ‘perdedores’ según los cánones, porque son viejos, porque son pobres, porque viven lejos, pero en todos los casos lo que me maravilló era el humor de esas personas que en medio de la adversidad ‘hacían flores de su pena’, como dice la canción. Y a mí me resulta una de las grandes manifestaciones heroicas que tiene el ser humano en medio de la adversidad, que pueda llegar a una instancia espiritual superior como es el humor, que es poder reírse de su situación”. Y agregó: “Vamos a usar una palabra de moda: hacer resiliencia a través de los recursos que le ha dado la cultura y la tradición. Porque en el refranero también están las palabras sabias. También hay refranes nefastos, escépticos, dañinos, son sentencias asesinas, pero hay refranes que viven y te apuntalan el alma y te ayudan a sostener una vida esperanzada”.
Hacer resiliencia a través de los recursos que le ha dado la cultura y la tradición.
Explicó que el personaje de Doña Jovita tiene los estigmas de ser vieja y mujer, pese a que a lo largo de la historia, “hubo muchas mujeres heroicas muy fuertes, bien firmes que han dicho ‘yo me planto y digo lo que pienso y siento, y hago lo que amo hacer’, pero una abuela en un sistema patriarcal que haya sobrevivido a eso, es una instancia trascendental”. Este papel está construido sobre el concepto de una mujer que expresa en su manera de ser: “Hay gente que depende de mí, porque son hijos y nietos, y no dependen económicamente, sino de mi amor y de lo que aprendí en la vida al ser baqueana en la escasez, ese es el juego de Doña Jovita”.
