Los malos hábitos son los principales responsables de este incremento. Qué es la diabetes y cómo prevenirla. En Argentina se diagnostican 29.000 casos nuevos de diabetes tipo 2 al año.
En la Argentina, se estima que uno de cada 10 adultos la padece, lo que significa que más de tres millones de personas sufren diabetes, de los cuales más de la mitad lo desconoce, según la tercera Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, que además indica que la presencia de diabetes puede aumentar hasta 8 veces el riesgo de fallecer por una enfermedad cardiovascular y 7 veces de tener una muerte súbita. La diabetes es una enfermedad crónica causada por el exceso de azúcar (glucosa) en el cuerpo provocada por la imposibilidad del organismo de producir o usar insulina.
Esta afección puede ser de tipo 1 o tipo 2. La diabetes tipo 1 es genética, no se puede prevenir y se produce porque el cuerpo no es capaz de segregar insulina en el páncreas o lo hace en muy poca cantidad. Suele manifestarse durante la infancia y su tratamiento consiste en la administración diaria de insulina. En cambio, si se padece diabetes tipo 2 el cuerpo no produce suficiente insulina o las células no responden a ella. Esta variedad de la enfermedad es más frecuente, suele aparecer en la adultez y se puede trabajar en su prevención a través de la promoción de un estilo de vida saludable.
En Argentina se diagnostican 29 mil casos nuevos de diabetes tipo 2 al año y causa 15.400 muertes anuales La prevalencia en el mundo de la diabetes aumentó de un 5 por ciento en los años 80 a un 8,5 en la actualidad. Es decir, que se cuadruplicó el número de casos en las últimas cuatro décadas. Este aumento se debe principalmente a dos factores: la falta de actividad física y una alimentación poco saludable. “Crecieron la obesidad y el sedentarismo, y también lo hizo a la par la diabetes. No se puede afirmar un ciento por ciento que sea solo por eso, pero es la conclusión que extraemos los especialistas”, explicó en diálogo con PERFIL Carlos González Malla, médico clínico y miembro de la Fundación Cardiológica Argentina (MN 114.005).
En Argentina 6 de cada 10 adultos presentan sobrepeso u obesidad “El aumento de la grasa del cuerpo, sobre todo la abdominal, hace que se genere resistencia de la insulina en el cuerpo y ésta no actúa correctamente. De ahí que el sobrepeso o la obesidad pueda conllevar la aparición de la diabetes”, explicó el especialista. Concretamente en Argentina padecen diabetes cerca de 1.570.000 personas y se estima que alrededor de 720 mil casos no se diagnostican. Lo positivo de esta variante de la enfermedad es que puede detectarse de forma precoz antes de que aparezcan sus manifestaciones clínicas y derive en complicaciones severas para la salud. En Argentina, cerca del 10% de la población mayor de 18 años tiene diabetes.
¿Cómo afecta la diabetes cuando no es tratada?
La diabetes, de no ser tratada, genera hiperglucemia (aumento del azúcar en la sangre) que con el paso del tiempo daña gravemente órganos y sistemas, especialmente los nervios y los vasos sanguíneos. Por eso, esta enfermedad puede derivar en otras complicaciones de salud tales como:
Problemas en la visión o ceguera.
Insuficiencia renal.
Infarto de miocardio.
Accidente cerebrovascular (ACV).
Amputación de miembros inferiores.
Uno de cada cuatro de los pacientes diabéticos pueden desarrollar problemas visuales. Las patologías oculares más frecuentes son la retinopatía y el edema macular diabético, éste último es la principal causa de ceguera en el mundo industrializado. “Si el edema macular diabético evoluciona sin tratamiento, es irreversible. Por ello, cuanto antes se consulte y trate, mejor será el pronóstico. Si bien la pérdida de la agudeza visual es irreversible, cuando el paciente realiza el tratamiento correcto para la diabetes, tiene un 95% de posibilidad de estabilizar la visión e impedir el avance”, indicó a PERFIL Matias Iglicki, médico oftalmólogo y docente adscrito de Oftalmología, Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (MN 114.165) .
La función renal también pueden verse afectada ante la falta de tratamiento. “Un nivel alto de azúcar en la sangre, puede dañar los vasos sanguíneos de los riñones haciendo que estos no funcionen adecuadamente o dejen de funcionar. Muchas personas con diabetes tienen también presión arterial alta, empeorando la salud renal”, sostienen en un comunicado desde la Cámara Argentina de Servicios y Productos de Terapia Renal.
Asimismo, se estima que el 50% de los pacientes con diabetes mueren de enfermedad cardiovascular. “La diabetes afecta a los vasos sanguíneos propiciando que se tapen. No hay llegada de sangre al corazón o al cerebro y aumenta el riesgo de ACV o coronariopatía, a la que le sigue un infarto”, precisó González Malla. Otra consecuencia que genera el taponamiento de los vasos sanguíneos es una isquemia. “La falta de llegada de sangre a los miembros inferiores puede derivar en una amputación”, alertó el médico clínico.
¿Cómo se puede prevenir la diabetes?
Se puede prevenir la aparición de la diabetes tipo 2 si se adoptan hábitos saludables en la vida cotidiana, se mantiene un peso saludable, se lleva adelante una alimentación equilibrada y se realizan los controles de rutina con el médico. “Lo más desafiante y difícil es que la gente cambie sus hábitos, es muy complicado lograr que las personas hagan ejercicio, es una cuestión cultural en Argentina que no se ha propiciado el ejercicio”, puntualizó González Malla. Los principales tips a tener en cuenta son: Alimentación: Realizar seis comidas diarias: cuatro principales y dos colaciones.
Llevar una dieta adecuada en la que se asegure la ingesta de frutas y hortalizas, se eviten los alimentos con alto contenido en sodio y las grasas saturadas. Consumir carnes rojas o blancas como máximo cinco veces a la semana. Cocinar sin añadir sal a los platos o sustituirla con otros condimentos, como el orégano o el tomillo. Estilo de vida: Hacer al menos media hora diaria de actividad física de intensidad moderada. Evitar los factores de riesgo cardiovascular que en conjunto con la diabetes propician que se tapen los vasos sanguíneos, entre ellos tabaquismo, estrés, hipertensión o colesterol alto. Controlar la presión arterial y los niveles de colesterol y triglicéridos. Visitar de forma periódica al médico oftalmólogo, cardiólogo y clínico.