La respuesta será de menor nivel qué la pregunta.
Creo que los seres humanos tropezamos 100 veces sobre la misma piedra, por falta de humildad.
La humildad es para mí la virtud más grande qué existe, porque es para una persona, probablemente, la manera más fácil de vivir “plenamente”; la humildad no es la modestia, no es la de ser una persona apocada, sino qué es: la humildad de corazón.
Cuando una persona es realmente humilde, y no lo digo por mí, porque desafortunadamente no lo soy; pero sí por personas con las qué he estado, grandísimos seres humanos con una humildad aplastante.
Estás personas humildes tienen mentalidad de principiantes, es decir, puede ser este un premio Nobel, y te está escuchando cómo sí fuera un alumno tuyo, y uno se diría pensando para adentro cómo se dice; pero ¿Cómo yo le puedo enseñar algo a este hombre? y él, ¡está plenamente “ahí”!
Cuando él humilde comete un error, lo que más le interesa no es buscar culpables ni en él, ni en ella, ni en los demás, sino más bien, averiguar qué es lo qué ha pasado.
Los humildes tienen una mentalidad mucho más científica, interesada, curiosa, en lugar de una mentalidad enjuiciadora.
Porque, creo que, cuando una persona es humilde y tropieza con una piedra, está dispuesta a reconocer qué ha tropezado con una piedra y no a, intentar ocultarse ante sí misma ante los demás qué ha sucedido.
Porque creo que, cuando una persona es humilde y tropieza con una piedra, asume, se deja asesorar, pregunta, escucha, pide ayuda y se deja ayudar.
Creo que, nuestra sobrevira…NOS MATA literalmente, no queremos aceptar las cosas cómo son, queremos que sean a nuestra medida, queremos qué la vida se pliegue a nuestros deseos, y es por eso qué no fluimos con la vida.
Cuando aparece algo qué no nos gusta, nos preguntamos ¡POR QUÉ!, en lugar de ¿PARA QUÉ?, y todo eso hace qué nos cueste aprender.
Y sí yo lo llevara a una metáfora, creo que la vida se vive en plenitud cuando él qué pilota él coche es la consciencia y en él copiloto va él ego.
Pero cuando él ego es él qué pilota, te puedes tropezar 100, 1000, 100.000 veces y nunca aprenderás.
Dediqué bastante de mí tiempo pensando sobre qué contenido escribir en la columna del día, y analizando los tiempos en qué estamos viviendo cómo sociedad, preferí darle voz a otro, indagando e investigando les presento al Dr. Mario Alonso Puig de quien soy su admiradora y seguidora hace tiempo, cuyas reflexiones acerca de por qué tropezamos 100 veces con la misma piedra, le pertenecen.
Él Dr. Puig, lleva desde hace más de 20 años impartiendo conferencias, cursos y coaching ejecutivo en empresas, quien está especializado en los siguientes campos: Liderazgo. Equipos de alto rendimiento. Gestión del cambio. Salud, bienestar y felicidad. Comunicación, Creatividad e innovación.
El Dr. Mario Alonso ejerció como médico especialista en cirugía general y del aparato digestivo durante 25 años, en hospitales de Estados Unidos y de España. La interacción constante con sus pacientes en situaciones tan extremas, le permitió adquirir un conocimiento del Ser humano muy profundo, a partir del 2002 fue dejando progresivamente el ejercicio de la cirugía para dedicarse a la investigación y docencia en el campo del desarrollo personal y profesional.
Te mando un beso inmenso TG.
IG Tona Galvaliz.
FB/LinkedIn. María Antonia Galvaliz. Counselor-Logoterapia-Biodecodificación-
Coaching Ontológico y Sistémico- Speaker- PNL- Coaching WingWave- Escritora Columnista- Desarrollo Humano personal y organizacional.
