La licenciada en Psicología, especialista en Vejez y Sexóloga Clínica, Patricia Hidalgo López, conversó con Vivir Plenamente sobre la sexualidad en la vejez, cómo atraviesan las mujeres los mandatos culturales y cómo la falta de deseo puede afectar a una vida sexual plena.
Frente a un paradigma que vaticina cambios estructurales, con una oleada de mujeres que copan las calles para reclamar derechos y cuestionar los pensamientos atravesados por una perspectiva machista, la mirada sobre la salud sexual cobró un rol protagónico también, permitiendo así ir repensando la relación entre cuerpo y deseo.
Sobre ello, la licenciada Hidalgo López manifestó: “Las mujeres mayores han atravesado un montón de cambios culturales, sobre todo en la sexualidad, son discretas, viven mucho más la sexualidad de lo que hablan, muchas mujeres lo viven plenamente”.
“Hay un cambio impresionante, sobre todo con esta corriente feminista, que ayuda a que nos empoderemos en un montón de cuestiones, que empecemos a visualizarnos y a ocupar un lugar más fuerte en la sociedad”, destacó.
La sexóloga clínica explicó que ante el estigma del “sexo débil” las mujeres llegaron al mundo creyéndose debilitadas, siendo que la situación es completamente contraria: “A veces somos más fuertes que los hombres, muchas mujeres separadas se hacen cargo de sus casas, tiran para adelante, crecen sus hijos, y también viven su sexualidad, tienen el espacio para enamorarse”.
Aclaró que los mitos y prejuicios hacia la sexualidad de la mujer, “es algo cultural que se pasa entre generaciones de manera oral, pero no tienen base científica. Es tomado como verdadero, pero hay que romperlo”.
“Esa mirada que trasciende incluso la muerte de los padres, por ejemplo, tiene que ver con esta idea hegemónica, cultural, de cómo tiene que ser la persona que disfruta la sexualidad, que es algo de la feminización del erotismo”.
Hidalgo López comentó que antes, “la sexualidad estaba visto como coital, como genitalidad pura y nada más, donde la mujer no podía mostrar que tenía placer, y en realidad la feminización del erotismo justamente tiene que ver con todo este proceso del erotismo que surge”.
Agregó que “todo lo que le pasa con respecto a esa previa, a la etapa de excitación de la respuesta sexual humana, son fuegos artificiales. Es un efecto mucho mejor que tomarse una pastilla, por los neurotransmisores que se desprenden del cerebro con ese placer.
La falta de deseo: un factor común en la sexualidad de las mujeres mayores
La sexóloga clínica Patricia Hidalgo López comentó a este medio que una de las disfunciones sexuales más comunes es la falta de deseo. “En la mujer, sobre todo pasados los 50, se produce esta situación por creen que se terminó la sexualidad, por la menopausia, y porque hay una mirada orientada a la reproducción”.
“Está la idea de que es algo pecaminoso, como algo oscuro, y no debería ser así porque es parte de la vida. Por eso, hoy en día hablamos de salud sexual, porque está vinculado a tener una vida sexual plena, en vivir mejor, por más años y más felices”.
En este sentido, agregó: “Hay derechos sexuales que justamente surgen con todos estos cambios en la mirada de la Organización Mundial de la Salud. En los derechos sexuales, en ningún lado están excluida la persona mayor, salvo en uno que es el derecho a la reproducción, pero las demás leyes incluyen a las personas de todas las edades, el respeto, la intimidad, el conocimiento”.
Sobre el tema, concluyó: “Si sucede esto de la falta del deseo, recomiendo visitar a un profesional que aclare las cuestiones, porque a veces es algo básico que la pareja no lo puede ver. Hay tantas cuestiones que a lo mejor con un profesional que pueda visualizarlo desde afuera, puede ayudar”.
“Las invito a todas a que empiecen a disfrutar de la sexualidad en el aquí y ahora. Si no tienen pareja, permítanse seguir disfrutando porque es la vida misma, no se dejen llevar por estos mitos de que la mujer no puede o no quiere después de tal edad”.
“Una de las funciones de la sexualidad es la intimidad, cada una es dueña de su sexualidad, y tiene todo el derecho a hacer sus cuestiones íntimamente, no tiene porqué contar ni recibir opiniones, si quiere seguir disfrutando, es fundamental”, finalizó.
