La suba, adicional al 10,7% vigente desde junio, surge de la ley de movilidad. En nueve meses, los haberes se recompondrán 38,9%, contra una expectativa de IPC de 40% para todo 2019.
Los jubilados, pensionados y titulares de asignaciones familiares cobrarán en junio haberes con un incremento del 10,7%, según oficializó la Anses el 14 de mayo. De los índices que forman parte de la ley de movilidad jubilatoria se desprende que el siguiente incremento, en septiembre, será del 12,2%.
Así surge de combinar el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y el índice salarial Ripte correspondientes al primer trimestre del año, como dispone la ley (70 por ciento inflación, 30 por ciento salarios). Los salarios formales avanzaron 13,2% en el periodo, según este indicador, y, para sorpresa de varios, le “ganaron” a la inflación trimestral, del 11,8%. Probablemente, por el impacto de distintas cláusulas de revisión y de recomposiciones salariales contempladas en las paritarias de 2018.
Con ese 12,2%, la jubilación mínima llegará en septiembre a $12.937 pesos. En junio, aumentará a 11.528,44 pesos, confirmó la Anses.
La Pensión Universal del Adulto Mayor (PUAM), destinada a las personas en edad de jubilarse que no cumplan con los aportes requeridos, equivalente al 80 por ciento de la jubilación mínima y llegará a los $10350 pesos en septiembre.