Francia vivía este martes su tercera jornada de protestas contra la reforma de las jubilaciones impulsada por el presidente Emmanuel Macron, un día después de que el proyecto empezara a ser debatido en el Parlamento.
“Estamos ante un presidente (…) que, por un ego inflado, quiere demostrar que es capaz de aprobar una reforma independientemente de la opinión pública”, algo “peligroso”, advirtió el líder del sindicato CGT, Philippe Martinez, en la radio RTL.
Las dos medidas que cristalizan el descontento son el retraso progresivo hasta 2030 de la edad de jubilación de 62 a 64 años y el adelanto a 2027 de la exigencia de cotizar 43 años -y no 42 como ahora- para cobrar una pensión completa.
El Ejecutivo francés defiende una reforma necesaria para evitar un futuro déficit en la caja de las pensiones y para acercar la edad de jubilación en Francia, una de las más bajas de la Unión Europea (UE), a la de sus vecinos.
Amparados en altas cifras de rechazo a la medida y tras la mayor manifestación contra una reforma social en tres décadas, con entre 1,27 y 2,8 millones de personas en las calles el 31 de enero, los sindicatos libran su ofensiva con paros y protestas pacíficas.
El servicio de trenes y el transporte público de París estaban este martes “perturbados”, aunque menos que en protestas anteriores, mientras que un vuelo de cada cinco tuvo que ser anulado en el aeropuerto parisino de Orly, dijeron autoridades.
“Salgo mucho antes. Es una verdadera organización, alrededor de una hora y media para tener un tren. Es la tercera vez en pocos días y ya empezamos a saber qué hacer”, dijo Sydsa Diallo, de 36, en una estación de la región de París, a la agencia de noticias AFP.
Mantener el apoyo y la movilización es clave para los sindicatos. Las autoridades calculan que las marchas de este martes reunirán a entre 900.000 y 1,1 millones de personas. El Gobierno anunció el despliegue de 11.000 policías y gendarmes.
Laurent Berger, líder del principal sindicato, CFDT, llamó al Gobierno a escuchar a los manifestantes: “¿Cuál sería la perspectiva si no responde? ¿Necesitamos la indignación, la violencia y la ira para que se nos escuche?”, se preguntó en una entrevista con el diario La Croix.
Fuente: Télam