Cómo están queridos amigos, cómo se sienten, finalmente la selección nacional de futbol nos dio una alegría en medio de tanto dolor.
Quiero agradecer a toda la ‘’Comunidad Vivir Plenamente’’, que se sumó a la propuesta de enviar fotos y videos para celebrar el ‘’Día de la Independencia’’, por las redes sociales. A propósito, ¿Cómo lo vivieron?, porque es una fecha que se re significa y nos interpela como ciudadanos. O ¿somos ciudadanos resignados, apasionados sólo por el fútbol o comprometidos con la realidad que nos toca vivir ejerciendo una ciudadanía plena?.
¿Qué estamos haciendo como pueblo con el legado de aquellos patriotas que soñaron y lucharon por una Argentina libre, unida y soberana?. Podemos seguir siendo sólo habitantes y quejarnos de nuestro presente, sumergidos en la incertidumbre. Resignados a escuchar, en las mesas dominicales o sabáticas, a los jóvenes de la familia proyectar una vida en el exilio porque el futuro en nuestra tierra no les ofrece nada.
Tal vez podemos empezar a ejercer más enfáticamente nuestros derechos y obligaciones cívicas, unirnos en nuestros barrios con las comisiones vecinales, en las asociaciones civiles, en los mismos partidos políticos. Porque si vamos a seguir dejando que otros decidan por nosotros, nunca va a cambiar nada. De lo contrario seguiremos siendo espectadores de una sociedad que cada día se desintegra más.
Será que sólo somos capaces de unirnos para celebrar el éxito de la selección nacional de futbol, ¿es el único sentimiento que nos representa mayoritariamente como pueblo?. O quizás tomamos esa pasión que sabemos que está ahí y la transformamos en una fuerza arrolladora que nos impulse a activar en cada espacio que podamos, para construir la Argentina que nos merecemos.
Insisto, empezando por el barrio, los centros de jubilados, los clubes, las asociaciones profesionales como una pequeña ola de participación cívica que se vaya expandiendo hasta lograr llegar a la cima del poder político, con honestidad, sabiduría y pasión. La misma que impulsó a nuestros próceres a luchar por la independencia, que al igual que nuestro presente no fue nada fácil. Hoy tenemos la amenaza de un virus, una economía quebrada y gran parte de nuestros dirigentes pensando en salvar su propio pellejo.
La sabiduría adquirida con los años es su gran capital, queridos amigos, transmitamos con ejemplos a las nuevas generaciones que la resignación no es una opción.
Bienvenidos a ‘’Vivir Plenamente’’.
