Se acercará al 12%. Y se sumará a un 7,78% en diciembre. Es por la movilidad, que tiene en cuenta evolución de precios y salarios.
Los jubilados, pensionados, beneficiarios de asignaciones familiares y AUH y demás prestaciones de la Seguridad Social, que alcanzan a más de 17,8 millones de personas, en marzo de 2019 recibirán un aumento del 11,83%. En tanto, como ya se informó, a partir de diciembre cobrarán con un aumento del 7,78%. A fin de año, la mínima quedará en unos 9.300 pesos. Y luego subiría a 10.400. La Asignación por Hijo, en tanto, pasará de unos 1.825 en diciembre a 2.040 en marzo.
Este nuevo dato del 11,83% –que se conoce con cinco meses de anticipación– surge tras conocerse los valores de la evolución de los salarios y de la inflación de julio, agosto y septiembre–tercer trimestre– que se toman en cuenta para calcular los aumentos de marzo, abril y mayo del año siguiente con la nueva fórmula de movilidad. Con una inflación en ascenso, y salarios a la baja, ese retraso de seis meses determina una pérdida adicional del poder de compra. Recién cuando la inflación empieza a bajar podría recuperarse parte de la pérdida.
En el tercer trimestre, la inflación sumó 14,11% y ahora se conoce que el índice salarial llamado Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte) fue del 6,51%. En consecuencia, los asalariados volvieron a perder frente a la inflación y los jubilados recibirán también menos que la inflación del tercer trimestre de este año.
La fórmula de movilidad contempla el 70% de la variación trimestral registrada por el índice de precios del INDEC y el 30% de la evolución en igual período del Ripte. En este caso, el 70% de 14,11 es 9,87, y el 30% de 6,51 es 1,96%. La suma arroja 11,83%. En consecuencia, por el rezago de los salarios con relación a la suba de los precios, el 11,83% son 2,29 puntos inferiores a la inflación del tercer trimestre.
En tanto, los datos a octubre, arrojan que las jubilaciones y demás prestaciones tuvieron un incremento del 19,2% desde el último aumento con la anterior fórmula (septiembre 2017), mientras en esos 13 meses la inflación rondaría el 48%.
Esto pasa porque el Gobierno se “salteó” el primer aumento –debió aplicarse en enero y recién se otorgó en marzo–. Además, los beneficios sociales se ajustan con un retraso de seis meses y en un escenario de inflación creciente asegura una pérdida mensual continua. Además, al tomar en cuenta en un 30% la suba de los salarios formales, determina una mayor pérdida porque los salarios se están ajustando “a la baja”.
Según ANSeS la “movilidad” engloba a más de 17,8 millones de personas:, 6,9 millones son jubilaciones y pensiones, 1,7 millón de Pensiones No Contributivas (PNC) y Pensiones Universales para el Adulto Mayor (PUAM) y alrededor de 9,2 millones asignaciones por hijo.