Dicen que las apariencias engañan. Esto fue justo lo que sucedió cuando todos vieron el interior de esta casa a las afueras de Toronto, parecía una casa típica y común, pero era todo lo contrario. La dueña es una mujer de 97 años que, a causa de su edad, decidió venderla luego de vivir 72 años en ella. En todo este tiempo sólo la remodeló una vez, acción más que suficiente y comprobable a través de las siguientes fotografías.
No solamente cada habitación es de un gusto impecable. La señora logró mantener un encanto muy de los años 50.