Octubre se ha tomado como el ‘Mes de las Personas Mayores’, y respecto a la importancia de este gran paso en el reconocimiento a quienes tienen más de 60 años como una forma activa de visibilizarlos socialmente, reconociéndolos como personas de derecho, habló con ‘Vivir Plenamente +60’ la directora del Centro de Estudios Gerontológicos de la Fundación Norte Estratégico e integrante de la Junta Promotora del Consejo Provincial del AM de Corrientes, licenciada en Psicogerontología Flavia Beltramo Bringas.
“Si bien la ONU (Organización de las Naciones Unidas) estableció el ‘1 de octubre como el Día Mundial de las Personas de Edad’, me parece que hacerlo extensivo al mes de octubre es interesante, teniendo en cuenta los objetivos propuestos por este organismo internacional. Que son los de sensibilizar, concientizar, explorar y reflexionar acerca del lugar de las personas mayores en nuestra sociedad y cuáles son las prácticas en torno a ellas”, inició.
“El lema o la temática propuesta por la ONU este 2019 es ‘Viaje hacia la igualdad de Edad’. Podemos realizar diferentes lecturas ante esta propuesta, quizás también dentro de la invitación a este ‘viaje’, que sea una invitación a trasladarnos de un lugar a otro, a la idea de movimiento, de cambio, de proceso y de un transcurrir hacia otro lugar, hacia una ‘igualdad de edad’. Hacia un lugar donde todas las edades tengan las mismas oportunidades como así también los mismos derechos”, propuso la psicogerontóloga.
“Es en este punto de la ‘igualdad de edades’ donde tenemos que realizar diferentes lecturas, por un lado aparece esto de la igualdad de la ley, por otro lado podríamos pensar en una de las características del ser humano, que es la singularidad, la diversidad de ‘vejeces’, hablaríamos de ‘vejeces porque somos diferentes’; pero por otro lado, la organización está haciendo referencia a la ‘Igualdad de Edades’ en relación a la contraposición a la desigualdad que existe. Esta desigualdad marcada por la discriminación, por la marginación, es una sociedad que esta atravesada por una mirada prejuiciosa en relación a la vejez. Donde se enaltece a la juventud, se la toma como idealizada y queda como en desventaja la vejez con su experiencia, con su transita y con su historia”. Explicó.
“La noción de edad hace referencia a un criterio cronológico que es el tiempo que transcurre desde el nacimiento, pero cada vez dice menos acerca del sujeto. En épocas pasadas, la sociedad tenía como de forma mucho más firme o estricta, determinados mandatos o expectativas sociales en relación a cada una de las etapas de la vida. Entonces uno tenía que hacer o no de acuerdo a la etapa en la que vivía, incluso hasta en cómo vestirse. Hoy en día, estamos viviendo en una sociedad donde la noción de edad se ha vuelto irrelevante, donde es posible encontrarnos con gobernador o gerente de banco de 30 años como así también un estudiante universitario de 80”, remarcó en cuanto al cambio paulatino de paradigma en cuanto a la edad.
“Si bien podríamos decir que cada etapa de la vida tiene sus especificidades, pudiendo distinguir en el transcurso de la vida momentos como la niñez, la adolescencia, la mediana edad, la adultez y la vejez, no debemos dejar de tener presente que, a nivel social, la vejez es una construcción. Así como hemos construido un lugar posible para la vejez, lo podemos deconstruir y volver a construir uno nuevo, donde envejecer o diferentes vejeces, sea posibles. Quizás esta sea la invitación de la ONU, este año, donde la edad sea irrelevante y donde prime sea la persona, el sujeto, el derecho, sea la igualdad de oportunidades y la posibilidad de envejecer cada uno de una manera diferente y sobre todo digna”, invitó.