Compartió este domingo la mesa de Vivir Plenamente la Dra. Norma Pérez, directora de la UGL Corrientes de PAMI, quien respondió todas las consultas respecto del funcionamiento del Programa Pro Bienestar. Recordó que el mismo cubre la provision de bolsones de alimentos y servicio de comedor para los afiliados a través de los centros de jubilados. En Corrientes se entregan 27 mil paquetes mensuales.
Señaló que se trata de un “programa de apoyo alimentario a través del servicio de comedor y entrega de bolsones de alimentos, mediadas según la reglamentación de Pami por los centros de jubilados, ninguna otra institución”. Recalcó que con cada centro que desee mantener el programa, se firma un convenio que se renueva año a año y que “no hay dependencia de Pami con las instituciones, sino que estas prestan servicio para que el beneficio llegue a los afiliados; es una decisión voluntaria”.
Indicó que para que los centros de jubilados puedan entregar los bolsones, deben tener toda la documentación al día, agregando que es fundamental porque los montos entregados en cheque por ahora, se deben rendir. En este marco, deben contar con la certificación de Personería Jurídica, una Comisión Directiva bien conformada y los balances actualizados.
Expuso que hay poco más de 100 centros de jubilados en la provincia que entregan los bolsones y que cuando asumió, “un alto porcentaje estaba con su documentación en situación irregular, tras lo cual algunos arreglaron y otros no pudieron ponerse al día y dejaron de repartir”. Señaló también que “puede ser que tengan toda la documentación al día pero hubo casos en los que entregaban mercadería vencida o de mala calidad y maltrato a los afiliados o asignación a gente que no corresponde de acuerdo al sentido que tiene el programa”.
Pérez también aclaró que el programa “no solamente está orientado a quienes cobran el haber mínimo, sino quienes se encuentren en estado de vulnerabilidad social”, apuntando a que “esos productos sirvan por lo menos para terminar el mes, porque la idea es ayudar a complementar y para quienes necesitan”. Recordó que para el armado de los paquetes, “hay una gerencia de gestión alimentaria que diseña los contenidos y después se adapta a productos y precios de la zona, que no son los mismos y depende de los proveedores”.
Así, señaló que “se entrega el dinero y la lista del contenido con las exigencias y son los centros los que convocan a proveedores y buscan precios”. Cada institución tiene una suma fija permanente de bolsones, que solamente cambia cuando otro centro cercano pierde el beneficio y se busca que los jubilados puedan seguir contando con los bolsones.
Recalcó que cada paquete tiene un costo estimado de alrededor de 400 pesos, “que es poco pero si la compra es de a 300 productos, por ejemplo, se abarata el costo; por eso depende de cómo compra el centro”. Hizo hincapié en que “se priorizan los productos más importantes y el equipo técnico los adecua a la región”. Manifestó que hay cinco millones de afiliados en todo el país y en Corrientes se entregan 27 mil bolsones.