En la edición N° 576 del segundo domingo del mes de septiembre, comenzamos Vivir Plenamente saludando a la Comunidad Judía, que estaba celebrando su año nuevo N° 5779. El tema de la editorial fue La Vejez Ofendida, relatada por el filósofo Norberto Bobbio, en su libro llamado La Senectud, escrito a la edad de 87 años.
El autor describió a la vejez ofendida como aquella que se encuentra abandonada, marginada por una sociedad mucho más preocupada por la innovación y el consumismo ilimitado que por la memoria. El texto es una suerte de testamento intelectual de quién es considerado uno de los pensadores más importantes de Italia y fue escrito tal como lo admite el propio autor, “no tanto por un académico sino por un preocupado octogenario”. En este libro, Norberto Bobbio habla, entre otras cosas, de cómo ser viejo hoy “es hablar de una vejez ofendida, abandonada, marginada por una sociedad mucho más preocupada por la innovación y el consumo que por la memoria”.
Bobbio desprecia esos mensajes que venden las publicidades del anciano en un término neutro, que aparece en las campañas, risueño, feliz de estar en el mundo porque por fin puede disfrutar de un tónico especial, de vacaciones especialmente pensadas para él y denuncia esa utilización porque en una sociedad donde todo se compra y se vende. En este marco, también la vejez puede convertirse en una mercancía, como las demás cosas y el viejo se convierte en un cortejado disfrutador de la sociedad de consumo, portador de nuevas demandas de mercancías.
El filósofo sabe que para los viejos pobres y poco ilustrados, la situación es aún peor, que están abocados al “Alzheimer Social”, tal como lo denomina y por eso reclama para ellos protección y compañía por parte de los estados. Rescatamos este texto porque, pese a las conquistas de la actualidad, aún en nuestra sociedad hay muchas deudas pendientes con la vejez. La mirada que tenemos hacia los ancianos y la construcción misma que hacemos de la vejez en forma individual y colectiva, donde las políticas públicas son fundamentales, en la promoción de un envejecimiento activo y en la generación de espacios de participación, donde la voz la voz del adulto mayor será tenida en cuenta y ellos mismos sean los que propongan qué es lo que consideran mejor para para sus vidas.
Los adultos mayores son fundamentales en el cambio, en el empoderamiento que se está gestando y prueba de ello es la Junta Promotora, parte de la cual fue a participar de las cuartas jornadas de personas mayores, que se desarrollaron en la Provincia de Entre Ríos y ahí ellos hicieron escuchar su voz. Rubén Acosta, vicepresidente del Consejo Federal del Adulto Mayor, relató que realmente fue una experiencia maravillosa.
En este marco, citando el texto de Norberto Bobbio, Vivir Plenamente pide a los adultos mayores que se junte, que exijan, sobre todo a quienes se vieron perjudicados por lo sucedido en el Centro de Jubilados del Barrio 17 de Agosto. Cabe recordar que allí, se levantó el programa Probienestar porque bueno se dice que había y irregularidades por parte del presidente. No acepten tener que andar por distintos centros buscando el bolso de comida o yendo a un comedor porque ustedes no pueden cocinar en sus casas, no se resignan a eso; ustedes han luchado durante toda su vida. Bienvenidos a Vivir Plenamente.