[dropcap]S[/dropcap]ergio Cassinotti, titular del PAMI, dice estar satisfecho con el acuerdo que acaba de firmar para la compra de medicamentos con la industria farmacéutica. Lo que todavía no lo conforma, dice, son los tiempos en los que actúa la obra social. Pero, prometió en una entrevista con LA NACION, que “en tres meses los afiliados van a empezar a ver resultados”. Tras su participación en el Congreso de Salud, también anticipó que bajo su gestión se comprometió a saldar la deuda de $ 8000 millones con proveedores y prestadoras en planes de hasta 15 cuotas. “A diferencia de las gestiones anteriores, esa deuda está reconocida”, afirmó el responsable de la obra social de casi 5 millones de jubilados y pensionados.
-Dijo que el PAMI no da todavía una respuesta rápida a sus afiliados.
-Ahí estamos trabajando primero, relevando todos los procesos administrativos para que los procesos sean más simples y rápidos. Cómo hacemos para que las prótesis lleguen más rápido. Me preocupa mucho el tema de las prótesis, porque prótesis que no llega, paciente que se demora en operar, cama que no se libera. En un país que tiene la necesidad de camas de la Argentina, y no es sólo un problema del PAMI, necesitas el giro de camas: que se liberen rápido, para que otra persona las pueda ocupar.
-¿Cuándo la gente va a ver una mejora en el servicio?
-Soy consciente de que estamos tardando mucho. Estamos todos en el equipo viendo cómo llegamos más rápido con la prótesis o el medicamento. Pero creo que en tres meses van a empezar a ver un cambio importante.
-Ayer cerraron el acuerdo con la industria farmacéutica para la compra de medicamentos. ¿Cómo terminó?
-Teníamos dos o tres objetivos que queríamos concretar: uno, conseguir un puente económico que durara tres meses para poder tomar las medidas de auditoría y de control que permitan bajar el gasto en medicamentos. En esto la industria accedió. Estábamos gastando $ 3000 millones por mes; $ 2700 millones, el mes que menos gastamos. Pues bien, durante tres meses tendremos $ 2400 millones en gastos. Es una baja significativa. Lo que quiero es que el gasto en medicamentos no supere el 25% del presupuesto. Otro tema al que no queríamos renunciar es implementar la trazabilidad inversa: medicamentos que llegan a la farmacia y que el farmacéutico tiene que destruir y nosotros ya pagamos, que ese medicamento vuelva a la droguería y el PAMI no lo pague. El impacto económico es de más de $ 100 millones mensuales.
Sobre la hora acordaron prorrogar el convenio de remedios del #PAMI. https://t.co/TeSn5ZwrCU pic.twitter.com/TFdtjdX85u
— Vivir Plenamente (@ViviPlenamente) 29 de junio de 2017
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-¿Va a haber cambios en el servicio o en la cobertura?
-No. La cobertura es exactamente la misma. No cambian los productos, nada.
-¿Qué pasa con la negociación con las clínicas? Usted dijo que el 97% ya había aceptado el modelo capitado [N. del R.: que se pague un cargo fijo por persona y no por prestación]. Pero allí también está el problema de la deuda que todavía tiene el PAMI y que afecta el servicio. ¿De cuánto es?
-Hay una deuda de casi $ 8000 millones con prestadores y proveedores. Esa deuda la estamos pagando, en planes de pago. No estamos haciendo lo que hicieron otras gestiones que decían: te debo dos cápitas y no te las pago nunca más. La deuda está reconocida. Estamos llamando a los hospitales y a las clínicas y, según el importe es la cantidad de cuotas. Si la deuda es pequeña, hacemos tres o cuatro cuotas; si es grande, hacemos 12 o 15.
-¿Cuánto es el máximo de cuotas que están aplicando?
-En general, más de 15 no hemos dado.
-Podemos decir que PAMI piensa saldar su deuda en hasta 15 cuotas.
-Exactamente.
-Hubo mucha polémica cuando en la gestión de Carlos Regazzoni en el PAMI se decidió revisar el plan de entrega de medicamentos gratuitos [la Resolución 337]. Dijo que bajó la cantidad de beneficiarios: de 1,6 millones a 1,4 millones. No estaba tan mal dado el subsidio.
-Hubo mucho revuelo mediático. La gente que quedó afuera y estaba muy cerca de la línea es la que se sintió más perjudicada. Acá lo que se trataba era evitar que aquellos que tuvieran una prepaga, o tuvieran ingresos altos, retiraran medicamentos del PAMI al 100%, o que estoquearan medicamentos. Porque esto se trata de apoyar a la persona que realmente esté en estado de vulnerabilidad. De 5 millones de afiliados, a 1,4 millones le seguimos dando medicamentos totalmente gratis. Y al que se le quitó, no se le quitó el medicamento: pasó a tener una bonificación del 80%, si es un crónico, y del 50%, si no lo es. Se implementó un sistema esta semana para analizar variables y reincorporar rápido a aquellos a los que les corresponda el subsidio. Por ejemplo, si gasta más del 5% de su ingreso en remedios.
-¿Hay denuncias por fraudes en el PAMI?
-Sí, las hacemos permanentemente. En el PAMI hay una UFI [Unidad Fiscal de Investigación] a la que le presentamos las denuncias. Hay médicos que prescriben 3000 o 5000 recetas en un mes, eso no es normal. Hay pacientes que figuran que retiraron 80 recetas en un mes, eso es imposible. ¿Existe ese paciente? Yo creo que le están usando el nombre y retirando en nombre de ese jubilado 70 u 80 recetas. Y eso es fraude. Ahora trabajamos permanentemente para detectar esos casos.
-¿Qué hay con los desvíos en clínicas?
-El sistema capitado lo anula de inmediato. Pero había clínicas en las que se había detectado más de un 20% de sobrefacturación. Esas auditorías se están cerrando y se van a presentar en la Justicia.
-PAMI también está ajustando su propia estructura. ¿Cómo es el recorte?
-Había que dar una señal, uno no puede pedir todo el esfuerzo de afuera y no acompañar desde adentro. El PAMI tenía una estructura de gerencias importante y reducimos 70 cargos en esa estructura. Había 9 secretarías, quedan tres funcionando y una que depende de un director; se redujo la cantidad de gerentes en 11 o 12; se redujeron los subgerentes en más de 30. Son 70 puestos en la estructura gerencial. Más allá de gente que está renunciando, de gente que se jubila, de renuncias que hemos pedido.
-¿Cuántos empleados tiene el PAMI y cuántos cree que debería tener?
-El PAMI hoy tiene 14.000. Pero hay 3000 en los sanatorios: Rosario 1, Rosario 2 y el Francés. Hay presencia en todo el país, más de 700 localidades. Detectamos que había muchos médicos que estaban haciendo tareas administrativas, que estamos enviándolos a auditoria de terreno.
-¿Pero piensan recortar?
-Lo que estamos haciendo es reacomodando, porque hay lugares con mucha dotación, como en PAMI central, y lugares en el conurbano donde falta gente.
-Muchas de las gerencias que ahora recortan habían sido nombradas por su antecesor en la gestión de Cambiemos.
-Cuando Carlos Regazzoni llegó al PAMI, era un caos y necesitó una estructura que más o menos lo ayudara a controlar semejante complicación. Armó un equipo para ese primer momento. La verdad es que es cuestión de perfiles, yo estoy acostumbrado a trabajar con equipos muy chiquitos; el IOMA eran nueve personas. Acá a PAMI traje seis o siete, después capto gente de la línea.
-Lograron ajustes en la compra de medicamentos y en el gasto en clínicas, ¿qué les falta?
-Varias cosas: un ajuste de prótesis, que ahora va a salir una nueva licitación; el mes que viene salen todos los módulos nuevos de internación domiciliaria. Había tres formas de contratación, ahora va a haber una sola. Creo que en internación domiciliaria va a bajar el gasto un 25%. Porque es muy calcado el sistema que había cuando asumí en el IOMA, ahí bajamos el 30% del gasto.