En esta nueva oportunidad, nuestra columnista y querida amiga, la escritora, Mag Laila Emilia Daitter comparte un hermoso relato de Anton Chejov llamado ”La bromita”.
”La Bromita” es una de las obras maestras de Chéjov, es, a pesar de su simplicidad exterior, un verdadero tour de force técnico. ¿Cuáles son los verdaderos motivos de su protagonista?
El cuento está lleno de misterios espaciales y de crueldades morales. Llega la primavera y la nieve se deshace. El protagonista está en el porche de su casa con las maletas preparadas para marcharse, no sabemos adónde, no sabemos a qué.
Observando a través de la rendija de la empalizada ve a Nadia en la casa de al lado, y nos aterra descubrir que este gran misterio romántico de la vida de Nadia no es otro que su vecino, y que es posible que él lleve años y años espiándola a través de la valla sin que ella se dé cuenta.
Entonces él murmura de nuevo a través de la empalizada: «¡Nadia, la amo!» y ve cómo ella se enciende de ilusión.
—¡La amo, Nadia!
¡Por Dios, hay que ver lo que sucede con Nádeñka! Deja escapar un grito y con amplia sonrisa
tiende sus brazos hacia el viento, alegre, feliz, tan bella.
Y yo me voy a hacer las maletas…
Esto sucedió hace tiempo. Ahora Nádeñka está casada con el secretario de una institución tutelar y tiene ya tres hijos. Pero nuestros viajes en trineo y las palabras “La amo, Nadia”, que le llevaba el viento, no están olvidadas, para ella son el recuerdo más feliz más conmovedor y más bello de su vida…
Mientras que yo, ahora que tengo más edad, ya no comprendo para qué decía aquellas palabras. Para qué hacía aquella broma…