En una nueva edición de Vivir Plenamente, nuestra médica oftalmóloga de confianza, Dra. Alicia Domínguez de Bareiro, nos comentó sobre esta enfermedad que se caracteriza por la sequedad ocular, el enrojecimiento de los ojos, ardor, picazón y lagrimeo.
Los principales síntomas del síndrome del ojo seco son, sobre todo, el malestar y la sensibilidad a la luz. “Esa sensación que tienen de arenilla o de cuerpo extraño, también puede tener visión borrosa, cansancio ocular al leer, ver televisión o muchas horas en computadora y celulares, por ejemplo”, remarcó.
¿Cuáles son las funciones de las lágrimas?
La dra. Domínguez de Bareiro comentó respecto a las lágrimas que están para lubricar, hidratar y para limpiar los ojos: “Interviene fundamentalmente en la óptica ocular y por supuesto en el funcionamiento del globo ocular y de sus estructuras”.
Además, sostuvo que cualquier alteración de las lágrimas, influye en la agudeza visual: “Tenemos una glándula principal lacrimal que se encuentra en la parte superior externa del ojo, y después las glándulas lagrimales accesorias, que se encuentran en el saco conjuntival a lo largo del borde palpebral”.
“Esas son las glándulas de Zeis, Meibomio, glándulas sebáceas que se abren en los folículos que se producen en las pestañas, y tienen una tensión superficial elevada que es la que da la estabilidad al film Precorneal y disminuye la evaporación acuosa de la lagrima”.
¿Cómo están compuestas las lágrimas?
Nuestra oftalmóloga de confianza explicó durante el programa que las lágrimas están compuestas principalmente de agua, “pero también contienen proteínas, lípidos, encimas, y sales como sodio, potasio, glucosa”.
Sobre los riegos del síndrome
Por último, precisó que el riesgo de contraer esta enfermedad, por el síndrome del ojo seco, aumenta con la edad y es más frecuente en las mujeres: “La parte hormonal influye muchísimo, y también se está viendo hoy en día que se da por el uso prolongado de celulares, tables, computadoras”.
Los principales síntomas en estos casos son la pesadez de los parpados, y a veces el dolor ocular. “Por eso hay que consultar a su oftalmólogo para un buen diagnóstico y tratamiento, ya que, si no se tratan estos ojos super secos se hiperinflaman, se infectan, pueden tener inclusive ulceras de corneas, y hasta la pérdida de visión”, concluyó.