El defensor de la Tercera Edad criticó que se les preste a los trabajadores pasivos “su propio más intereses”. Añadió que “pueden generar un problema mayor”.
El Gobierno anunció la semana pasada un paquete de medidas destinadas a reactivar el consumo. Al ser consultado respecto de ellas, el defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, tuvo duras consideraciones para un punto en particular: los créditos de ANSES para jubilados: “Son como los Créditos Argenta que utilizó la administración anterior, también en campañas electorales”, fue su primer señalamiento.
“Son créditos irrespetuosos, porque se les presta su propia plata con intereses, a tasas muy altas. Pueden solucionar algún problema puntual, pero también, en una microeconomía muy modesta como la de los jubilados, pueden generar un problema mayor”, advirtió Semino. En esa línea de pensamiento, explicó: “Esos créditos, que llamamos famélicos, son tomados en muchas veces para cubrir situaciones de deudas, en general de vencimientos sucesivos, como son expensas o alquileres. El jubilado cancela la deuda pero, al mes siguiente, tiene que volver a pagar la expensa y tiene una doble cuota: la del crédito y la nueva expensa”. Asimismo, señaló como un riesgo anexo que el dinero solicitado sea utilizado por algún otro integrante de la familia, “para cubrir algún estado de necesidad”.
“El jubilado, el pensionado y el discapacitado perdieron 20 puntos de poder adquisitivo y este año no lo recuperaron”, añadió Semino, en una entrevista concedida a Nelson Castro en Radio Continental. En relación a los congelamientos de precios, el defensor de la Tercera Edad no mostró una postura definitiva. Destacó que, en supermercados e hipermercados, los jubilados suelen tener dos días con descuentos de entre el 10 y el 15% y que si los mismos no llegasen a seguir, producto de estos acuerdos, los trabajadores pasivos no obtendría ningún beneficio, al fin y al cabo. “Es necesario ver cómo es la regulación y los controles”, resumió al respecto. “Tenemos 2 millones y medio de jubilados que ganan $10.400, que les permite cubrir solo un tercio de la canasta básica que requiere una persona mayor. Tenemos casi un millón de pensiones asistenciales a discapacitados que están en 7200 pesos. Con eso no se puede subsistir. Esa gente termina dependiendo de un subsidio, de algún familiar o trabajar hasta el día del juicio final”.
