Quiero compartir con ustedes una preocupación, que realmente esperamos tener algún tipo de respuesta, esta semana por parte las autoridades de PAMI
Desde hace varios meses venimos haciéndonos eco de la difícil situación que viven los centros de jubilados y clubes que son beneficiarios del programa ProBienestar con los talleres denominados socios preventivos, mediante los cuales se brindan servicios recreativos y culturales a los afiliados de PAMI.
Cómo funcionan el programa ProBienestar, los Centros de Jubilados presentan una propuesta de trabajo con un profesor, puede ser de estimulación neurocognitiva, gimnasia, tango, etc. y el PAMI, se responsabiliza de pagarle a dichos profesionales sus honorarios, siempre fueron valores muy bajo, pero por lo general los centros siempre le pagaban algo extra con los ingresos de las cuotas sociales. Que es lo que pasa ahora, los centros están cerrados, no tienen casi ingresos de cuota social, los que entregaban los bolsón es de mercadería del programa ProBienestar tampoco lo están haciendo. Así que tampoco tienen ingresos, que le dejaban las contribuciones voluntarias que hacían los que retiraban las mercaderías.
En este contexto la ayuda extraordinaria ofrecida por PAMI se esta abonando con demora, al igual que el pago a los profesores que están tratando de sostener los talleres en medio de este contexto. Las deudas se acumulan y el PAMI no responde.
Otra de las cuestiones, son los servicios de salud de PAMI, sabemos que la semana pasada estuvo cortada la farmacia y que siguen los problemas en la atención de los médicos especialista, no se consiguen turno, sigue vigente el plus y en el interior de la provincia esto se agudiza más.
Se hacen los reclamos, pero no hay respuestas por parte de PAMI, ustedes escucharon en los reportajes realizados a Cristian Aragón, (siempre bien predispuesto a responder nuestros requerimientos) que sus posibilidades de resolución son escasas ya que todas las decisiones fundamentales las toman en Buenos Aires.
Me preocupa la violación sistemática de los derechos de las personas mayores, que hace el Estado, negándoles el acceso a la salud la salud que tienen las personas mayores. Se necesita con urgencia resolver estas cuestiones que tienen que ver con la dignidad y seguridad de cada sujeto.
Me genera un gran impotencia que la obra social, le pida a los afiliados que denuncien a sus médicos, cómo si no conocieran la relación medico paciente, como si no supieran que para que les “resulte atractivo atender” los médicos de cabecera tienen que tener más de 300 afiliados y que no hay capacidad humana para atender a tantos y eso lleva a que las personas se pasen horas sentados en una sala de espera o que la receta la termina haciendo la secretaria del médico y tantas otras cosas que podemos seguir enumerando. Debemos como sociedad involucrarnos y exigir a las autoridades pertinente, para que esta situación cambie, que se respete el derecho a la salud de las personas mayores, que se normalicen la situación de PAMI, que se acabe con la intervención y que realmente brinde servicios de calidad a sus afiliados, respondiendo eficiente a la acuciante realidad que se vive y no sea meramente un espacio donde cada gobierno de turno le pone parches, según su visión e intereses particulares.
