Para los especialistas, no sería suficiente que los adultos mayores reciban la vacuna; advierten que habría riesgos aunque la permanencia sea por pocas horas.
Dos turistas argentinos que contrajeron fiebre amarilla en Brasil murieron la semana pasada. Ambos tenían 69 años y no estaban vacunados. Aunque no es una recomendación oficial, especialistas consultados coinciden en refinar un poco más los consejos para los viajeros ante el escenario epidemiológico local de las últimas cinco semanas.
“Los mayores de 60 que nunca recibieron la vacuna no deberían viajar a las áreas de circulación del virus. En los siete casos confirmados en el país, las dos personas que murieron tenían más de 60 años. Esto sería similar a lo que les aconsejamos a las embarazadas con el zika”, dijo Eduardo López, jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y vocero del Ministerio de Salud porteño.
Tomás Orduna, jefe de Medicina Tropical y Medicina del Viajero del Hospital Muñiz, insistió: “Sin vacuna, no se debe viajar a áreas de transmisión activa de fiebre amarilla”.
El sábado pasado, la Sociedad Latinoamericana de Medicina del Viajero (Slamvi) emitió una alerta para los argentinos que tengan planeado viajar a Brasil. Ahí recuerda que existe riesgo de contraer la infección aun cuando se vaya a permanecer pocas horas en las áreas de transmisión activa del virus. “Si tiene contraindicada la vacuna por algún motivo, no viaje a las áreas de transmisión activa del virus. Por la situación epidemiológica actual, se recomienda evitar los viajes a Ilha Grande”, se aconseja.
De regreso, incluido de un crucero por algún puerto de Brasil, no hay que demorar la consulta si se tuvo fiebre en los últimos 14 días. Además hay que mencionar que se estuvo de viaje recientemente.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) informó la semana pasada que, además de Brasil, en la región también están notificando casos de fiebre amarilla Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana Francesa, Perú y Surinam.
En nuestro país, según la última actualización epidemiológica del Ministerio de Salud de la Nación, desde el 19 de febrero ya se confirmaron siete casos. Los afectados, de entre 22 y 69 años, contrajeron la infección durante un viaje a Brasil. Los dos mayores de 60 murieron la semana pasada; uno vivía en Lanús y otro, en General Roca (Río Negro). Ayer se conoció, también, que un joven de 24 años de Hurlingham recibió un trasplante hepático por la infección.
Ninguno de los siete estaba vacunado. Ambos hombres de 69 habían intentado hacerlo, pero se lo habían desaconsejado por la edad dado que puede tener efectos adversos. La vacuna solo está contraindicada por la edad para los menores de 6 meses y las autoridades sanitarias nacionales aconsejan “evaluar individualmente el riesgo de contraer la enfermedad frente al riesgo de aparición de un evento adverso en los mayores de 60 años que previamente no han sido vacunados”.
Entre las precauciones, el Ministerio de Salud de la Nación aclara que “en caso de brotes, puede aplicarse a partir de los 9 meses y en mayores de 60 años”. Aunque aquí no hay brote, sí existe en Brasil. Al respecto, López dijo: “Como no hay epidemia en el país y los casos son pocos, es más seguro decirles que no viajen o lo pospongan para evitar el riesgo de enfermarse y los efectos adversos que puede tener la vacuna”.
Los cuatro argentinos restantes que contrajeron la infección evolucionan sin complicaciones. Tres viven en la ciudad de Buenos Aires (comunas 1, 7 y 11) y la cuarta es una joven de 22 años de General Alvarado, provincia de Buenos Aires.
Seis de los siete turistas habían visitado Ilha Grande, en Río de Janeiro, y uno había pasado tiempo en Ouro Preto, Minas Gerais. Ambos estados están en la lista ampliada de áreas del Brasil para la que la OPS aconseja la vacunación: San Pablo, Río de Janeiro, Minas Gerais, Espíritu Santo y Bahía. Dado el avance de la epidemia en Brasil desde 2016, solo en este período estacional (julio de 2017 a mayo próximo) acumula 1098 casos en seres humanos y 617 brotes epidémicos (epizootias) en monos aulladores.
El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación informó que, según el monitoreo de las poblaciones de monos carayás en el norte y el centro de Misiones que hace la Red de Vigilancia de Epizootias, “los ejemplares están en buen estado de salud”, lo que indicaría ausencia de circulación del virus en la provincia. Con Corrientes son los puntos más vulnerables al ingreso del virus desde Brasil.
“Los monos aulladores no son un peligro para las personas -insistieron desde la cartera de Ambiente-. La fiebre amarilla se transmite solo por la picadura de los mosquitos. Conservar [a los monos] es importante para el ecosistema y la salud pública. Ante un ejemplar muerto, no hay que tocarlo, sino dar aviso a las autoridades locales”.