«Tras su ruptura con Sigmund Freud, el psiquiatra Carl Gustav Jung entró en una profunda depresión que le provocó brotes psicóticos en los que experimentó intensas alucinaciones, algunas de las cuales consideró trágicas premoniciones. Lejos de amedrentarse ante esa inestable situación mental, Jung decidió dejar de pensar y «abandonarse conscientemente a los impulsos del inconsciente», hasta averiguar cuál era la razón por la que se le había mostrado esa nueva realidad. La experiencia, además de alimentar las investigaciones posteriores del suizo y sentar las bases de sus principales teorías de la psicología analítica, dio lugar a uno de los libros más bellos jamás creados:
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