En el último programa de Vivir Plenamente, dialogamos con María Luisa Ojeda de Adultos Mayores Integrados, sobre cómo transitaron la pandemia y nos dejó un importante mensaje de esperanza.
En el grupo de Adultos Mayores Integrados son alrededor de 15 miembros. “Este año que pasó fue bastante atípico porque no nos pudimos reunir, creo que nos reunimos una sola vez por el tema de la pandemia, pero siempre estamos conectados, y hablándonos por WhatsApp o por videollamada. Yo los saludo todos los días con un ‘Hola, ¿cómo están?’”, contó María Luisa.
También relató que un matrimonio del grupo dio positivo el test de Covid y tuvo que aislarse durante quince días, afortunadamente se recuperaron y se encuentran en buen estado de salud. Para ella, la pandemia fue “un proceso que en un primer momento fue bastante traumático, porque lógicamente nadie se esperaba semejante cosa, ni en las peores pesadillas pensábamos que alguna vez tendríamos que encerrarnos o aislarnos del mundo, por una enfermedad”.
“Lo más importante de todo es que tenemos que tener a Dios en el corazón, tener fe. Pedirle a Dios siempre, siempre, no solamente por nosotros, agradecerle a Dios la vida, el poder estar, despertarnos cada día y que, esa enfermedad no nos va a llegar. Tener esa esperanza de que vamos a estar bien, de que esto va a pasar y que vamos a volver medianamente a la normalidad. Pero mucho más fortalecidos, fue y es un gran aprendizaje para nosotros, no solamente para la gente grande como nosotros, sino para la gente joven. Creo que ha sido un aprendizaje aunque algunos no lo crean, pero esto ha sido una experiencia totalmente atípica y creo que en los adultos mayores es importante que nos aferremos a la fe o a la esperanza”, compartió como mensaje para toda la comunidad de adultos mayores.
