Por el día nacional del cervecero, desde Vivir Plenamente queremos compartir la historia de “Zoiko”, una fábrica de cervezas artesanales de Barranqueras, creada por Franco Toncheff y a la cual se le sumó su mamá Mirta Trinidad, una vez que se jubiló de docente. Hoy su madre juega un papel primordial: es la encargada de la administración y de los vínculos institucionales de la incipiente fábrica artesanal de cervezas, que tiene grandes proyectos vinculados a la cultura regional, a la mujer y también a los pueblos originarios.
Así como la historia de Franco y de Mirta, debe de haber otras que demuestran que jubilarse es la oportunidad de reinventarse, emprender nuevos rumbos, o tal vez retomar algunos proyectos dejados de lado por cuestiones de la vida, o quizás, como en este caso, sumarse a uno que ya está en marcha a nivel familiar.
La cervecería nació hace unos años atrás con la idea de que fuera un producto artesanal de consumo personal o familiar, pero cuando algunos amigos empezaron a insistir y se ofrecieron a comprar, el negocio empezó a crecer. Mejoraron las instalaciones, la calidad del producto y pasaron del quincho de su casa a un parque industrial. “Zoiko fue el nombre de mi abuelo, un tipo emprendedor, así que en honor a él quisimos darle ese nombre a la cerveza”, explicó Franco. “Era inmigrante búlgaro, y como todos europeos, muy emprendedores en Argentina”, añadió.
Mirta contó que es docente jubilada hace varios años y como quería seguir trabajando, así como siempre le gustó emprender, se decidió a participar y poner sus esfuerzos en el emprendimiento de su hijo. Contaron el apoyo de la Cámara de Mujeres Empresarias del Chaco (Camech) y el gobierno. “Hay mucho más trabajo, un poco tal vez nos detuvo la pandemia, como a todos nos pasó, pero estamos tratando otra vez, empujando hacia delante y no parar, porque yo creo que en algún momento esto se va a terminar y vamos a poder volver a crecer como estábamos creciendo”, relató.
Y añadió que en este momento el problema más importante que enfrentan es el de importar la materia prima. “Siempre con ganas de trabajar salimos adelante y, sobre todo, las ganas que tiene Franco y el gusto que tiene él por trabajar con la cerveza”, concluyó.
