El Comité de Prevención contra la Tortura compartió el informe resultado de los relevamientos efectuados a las Residencias de Adultos Mayores (RAM) tanto públicas como privadas del que surgieron datos que no son alentadores en cuanto a las acciones de contención que deben tenerse para las personas de edad.
El ente señala que en aquellas que son del ámbito público las inspecciones alcanzaron al 85% del total de entidades en las que se observó que 12 adultos mayores no tenían registro alguno en cuanto a su identidad y que los legajos de los residentes están incompletos. “Hay reglamentación vigente, pero en la práctica, hay partes del legajo en un lugar, otra parte en otro lugar, eso manifiesta desorden”, indicaron desde el Comité.
Otra de las deficiencias que se hizo hincapié en que se dieron casos en los que no está documentado el consentimiento del adulto mayor a estar institucionalizado. “Se hizo una observación, se intentó regularizar pero no se estableció un protocolo, que en la práctica es una información sumaria policial con dos testigos, pero cuando se dialoga con los residentes algunos expresan que no están ahí por elección o decisión”, dice el informe.
Dinero
Otro de los puntos sensibles que marcaron en el Comité es lo que consideran como un manejo irregular de haberes apuntando principalmente a familiares de los residentes privando al adulto mayor de cubrir necesidades básicas.
“En diálogo con los responsables y el personal, los fondos de los residentes muchas veces se redistribuyen, para pago de farmacia, de agua, de gas; el registro es un ‘papel’ de manera precaria, y el manejo siempre es abusivo. Hay abuso económico -no formalmente denunciado- por parte de los familiares con consentimiento de la institución. La RAM de San Martín es una excepción, porque realizó presentación ante Defensoría Oficial por abuso económico de un familiar”, indica el documento.
Agregan que los relevamientos se observó que no existe atención integral de la salud. “Existen personas con padecimientos de salud mental o que llegaron a la instituciones tras estar en situación de calle que no reciben el tratamiento especializado acorde a sus necesidades”, agregaron. En lo que hace alimentación señalan que no existe un “plan adecuado a los requerimientos” además de escasez.
“La alimentación está vinculada a un modelo de atención hospitalario: comen lo mismo, a la misma hora”, expresaron desde el Comité. Y entre los déficits agregan que las personas de edad pasan muchas horas sin alimentación, se detectaron casos de bajo peso y que la atención queda a mitad de camino porque solo se le “ofrece comida” al adulto mayor, no hay acciones de estimulación alimentaria.
“Lo mismo sucede con la hidratación, se observa disponibilidad pero no se los estimula con líquidos” expresaron.
Protección
El informe puntualiza que hay al último corte realizado, en diciembre último, 32 personas fueron alojadas en instituciones por maltrato en sus hogares.
Finalmente, se refirieron a la necesidad de la formación de quienes atienden a adultos mayores de otorgarle derechos laborales. “Están en precariedad laboral, pasan muchas horas a cargo de la vida de una persona mayor, sin tener el perfil o la formación necesaria para estos casos”, cerraron .
Fuente: https://www.diarionorte.com/