“Todo comunica, hasta lo que no comunica; no solo las voces dicen cosas, también los silencios y los acontecimientos para quien los sabe captar”
Cuento:
Un niño paseaba con su padre por la montaña, impensadamente el niño se cayó y se golpeó, al caer grito:
– ¡Ayyyyyyyyy!
Y de pronto oyó una vos lejana ¡Ayyyyyyyyy! … ¡Ayyyyyyyyy! … ¡Ayyyyyyyyy!
-Asustado pregunto ¿! ¿¡Quien anda ahí!?
-Y de nuevo la voz le contesto… ¿! ¿¡Quien anda ahí!? Ahí… ahí… ahí.
– Y de nuevo molesto por comprobar que repetían lo que él decía grito: ¡cobarde!
-Entonces la voz le contesto Cobardeeeeeeeeeee.
El niño miro a su padre con cara de asombro y le pregunto ¿Qué pasa papá?
Su papá le contesto sonriendo:
-No es nada hijo, mira, voy a gritar yo, a ver qué pasa:
– ¡Te admiro!
Y la voz le contesto: ¡Te admirooooo!
El padre del pequeño volvió a decir:
– ¡Te amo!
Y la voz le contesto – ¡Te amoooooo!
El padre le explico al hijo:
-Como te darás cuenta La vida te muestra y devuelve lo que das.
(Autor Anónimo)
Reflexionemos juntos:
La propuesta de hoy es profundizar un poco más en el autoconocimiento para poder realizar un balance personal; repensarnos sobre lo que nos devuelve el eco de nuestras acciones y elecciones en el devenir cotidiano.
Ya llego diciembre, mes cargado de un gran peso simbólico con mezclas de sensaciones encontradas; periodo ideal y oportuno para cerrar el ciclo 2020; capitalizar los aprendizajes y experiencias; predisponernos con buena actitud para dar la bienvenida a lo nuevo.
Al mismo tiempo que despedimos el 2020, estamos entrado en una nueva era; que arranca con el solsticio de verano del 21 de diciembre del presente.
Recordemos que una era son 1.000 años. Ya hablaban diferentes culturas ancestrales como los Incas del final del Kali – Yuga (Edad Oscura), y los Nativos Americanos mencionaron de la entrada del 6to sol para el 21-12-2020.
Los entendidos en la materia afirman que la era de Acuario que se inicia este 21-12 marcará un antes y un después de lo que hasta el momento conocemos; entrarán energías cristal promoviendo un cambio interno acelerado, activando códigos de luz, que resuenan en la frecuencia del amor.
Este ciclo cósmico evolutivo trae aire fresco, nuevos conocimientos, nuevos paradigmas, suscitando en todos, la necesidad de una vida más humana, más consciente, empática, solidaria, tendencia más verde y ecológico, inclinación menos egoísta, individualista y materialista; la primicia es que esto está sucediendo ahora.
Momento de transformación, estructuras y sistemas obsoletos que entran en luchas, lo viejo para soltar y lo nuevo para crear; predisponiendo a innovaciones de una ciencia, tecnología, al servicio de la humanidad.
“Todo comunica, hasta lo que no comunica, todo refleja espejándonos quienes estamos siendo. Y en ese sentido sucede que el mundo exterior actúa como un como un eco, reflejándonos, tanto nuestra luz como nuestra sombra, siendo un retrato de nuestro mundo interior”
Estar conectados para darse cuenta es la clave.
Pero, para construirnos precisamos de los demás, somos seres sociales y necesitamos de un alguien, un otro, que nos ayude a captar y entender lo que los “ecos” nos manifiestan; como el papá del niño en el caso del cuento; mostrándonos la importancia de los demás en nuestra vida.
Para ir cerrando, lo que a simple vista consideramos como negativo y malo, es posible encontrar cosas buenas y positivas. Lo que pensamos que fue un fracaso, una perdida, puede convertirse en oportunidades futuras. Lo que hace la diferencia está en la manera de mirar, significar y encontrar sentido.
Como te darás cuenta en nuestras manos está el poder de elegir que eco quieres escuchar.
“La esperanza es como el sol, si solo crees cuando lo ves, nunca superaras la noche. En lo más oscuro del cielo es donde vemos las estrellas brillar más”
¿Qué cosas buenas te pasaron este año?
¿Qué vas a dejar ir, soltar?
¿Qué superaste, en que mejoraste, creciste y aprendiste?
¿Por qué darías gracias de una manera especial?
¿Qué propósitos y desafíos te gustaría transitar el próximo año?
Te mando un beso inmenso
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