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21 noviembre, 2024
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Tona Galvaliz

Amistad con calidad y no cantidad | Por Tona Galvaliz

Relaciones con lazos positivos, profundos, duraderos son clave para el bienestar general de los seres humanos.

Esto es un componente fundamental de la felicidad que afecta nuestras funciones fisiológicas, psicológicas, emocionales, espirituales y de comportamiento.

Los amigos tienen un impacto potente en nuestra salud, nuestra situación económica y nuestro disfrute emocional.

Lo importante es la calidad de esa amistad y no la cantidad.

Es mejor contar con pocos buenos amigos a tener muchos pseudoamigos.

¿Conseguimos realmente profundizar con tanta gente de los tantos grupos de WhatsApp que solemos tener, que alcanza o supera las 150 personas?

Cada vez hay más personas solas, conectados por medio de pantallas, pero incomunicados y desvinculados. Hoy día las relaciones más frecuentes son utilitarias de oportunidad con vínculos superficiales y poco genuinos.

Detectar estos vínculos sabiendo quién es amigo verdadero es una habilidad fundamental en cualquier red social y son los lóbulos frontales del cerebro quienes intervienen en ello y en nuestra manera de relacionarnos.

Estudios recientes evidencian que la amistad trae aparejado un impacto beneficioso para la salud. Ej. La oxitocina es la misma hormona que se libera en el orgasmo, o cuando la madre da de mamar a su bebé, o cuando dos amigos se abrazan y se tocan ligeramente o se acercan para hacerse una foto juntos; esta hormona aumenta la generosidad y refuerza la confianza.

En la hipótesis del cerebro social se ha demostrado con estudios de neuroimagen, tanto en simios como en humanos, afirmando que a mayor número de amigos verdaderos, más grande es el tamaño de los lóbulos frontales del cerebro.

Las personas sin amigos tienen un 50% más de probabilidades de morir en un período determinado que aquellos con fuertes vínculos de amistad. Los solitarios tienen más pequeña la amígdala (del cerebro), región cerebral que se encarga de la memoria emocional y cultural.

Se calcula que el déficit o carencia en lazos sociales es tan mala para la salud como el beber o el fumar, generando experiencias que se parecen al dolor físico, aumentando los niveles de estrés y provocando una mayor vulnerabilidad a las enfermedades.

Es cierto que las relaciones sociales de amistad demandan una inversión de tiempo y dedicación constante de nuestra parte. Pero invertir en amigos proporciona placer y nos sentimos bien cuando estamos con su compañía, para escucharnos atentamente, reír, cantar, bailar porque somos sociales. El compartir en pequeños grupos es una de las actividades que cimientan la relación simultáneamente.

El explorador Dan Buettner de National Geografic recorre el mundo para estudiar y elaborar razones sobre el origen de la longevidad de los pueblos del planeta.

En su libro “la tribu correcta” nos relata explicando sobre el valor e importancia sobre la calidad y fortaleza de nuestras relaciones de amistad y cómo éstas determinan sobre nuestra longevidad.

Expone cómo los habitantes de Okinawa, Japón, crearon un grupo de amigos que llaman MOAIS, compuesto por cinco personas que se comprometen mutuamente para toda la vida, reuniéndose cada tarde a la misma hora, para conversar y reír, y acompañarse hasta LA MUERTE.

Qué privilegio es saber que pase lo que pase, si invertimos en la amistad verdadera, tendremos con quien compartir alegrías y penas, a quien llamar para preguntar algo que no sabemos o acudir en caso de emergencias.

El concepto de la “tribu correcta” significaría lo opuesto a las relaciones toxicas. Las tribus correctas son “relaciones que nos hacen mejores personas, amistades regenerativas que nos llenan de tranquilidad e inspiración”.

La mejor inversión son los vínculos honestos, duraderos e incondicionales.

El trabajo entre otras cosas de la vida nos aleja de los amigos más queridos y al cabo de los años nos damos cuenta de que no tenemos tribu, no hay “red de soporte”.

¿Es la vida mucho más feliz y menos estresante acompañados de amigos incondicionales en quienes podemos contar?

¿Cómo hacer para que desde la familia y el colegio comprendamos que la amistad es una bendición que se construye día a día y hay que preservarla?

¿Cómo entender que no hay reunión de trabajo que deba impedir un encuentro con nuestros amigos?

¿Cómo hacer advertir que el mejor regalo no es un celular ni una joya, sino que llevar una sopa calentita y acompañar al amigo enfermo que se encuentra en cama?

¿Qué tan sinceras, reales y profundas son tus amistades?

¿Dime quiénes son tus amigos y te diré cuántos años vivirás?

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