[dropcap]A[/dropcap]sí, en los últimos cinco años, la industria de servicios para la tercera edad de ese país se ha desarrollado mucho, llegando en número de camas en las residencias para ancianos a los 6,7 millones a finales de 2015 (según datos oficiales de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma [CNDR], máximo planificador económico de la nación).
En 2015 se contabilizaron 30,3 camas en residencias para la tercera edad por cada 1 000 ciudadanos mayores de 60 años, lo que supuso un aumento del 70,2 % desde 2010. Según los documentos oficiales del CNDR, a finales del año pasado 31 regiones de nivel provincial habían emitido directrices sobre el desarrollo de la industria de servicios de pensiones local y, además, las ciudades de Beijing, Tianjin, Shanghai y Zhejiang habían adoptado medidas para impulsar dichos servicios..
Las políticas de natalidad de China, basadas en la planificación familiar del hijo único durante décadas, junto con el aumento de la esperanza de vida al mejorar la asistencia sanitaria, han ocasionado un grave problema de envejecimiento de la población, con las consecuencias económicas y de prestación de servicios consiguientes.
En 2015, siempre según datos oficiales, las personas mayores de 60 años de China eran el 16,1 % de la población total, lo que supone más de 200 millones de personas.
Las autoridades, a través de la CNDR, señalan que, a medida que la población de la tercera edad aumente, se introducirán medidas para gestionar el número, la cantidad y calidad de las instalaciones de asistencia sanitaria a largo plazo, a fin de garantizar que los ancianos disfrutan de su vejez.
Sin duda, China se enfrenta al gran reto del resto de países desarrollados o en vías de desarrollo, que es el de afrontar el envejecimiento de la población y proporcionar a esa franja de edad los servicios adecuados en cuanto a residencias para mayores, atención sociosanitaria, envejecimiento activo…, pero con diferencias que hacen que tengan retos muy complicados. Así, el número de ciudadanos con más de 65 años crecerá un 85 % de aquí a 2030, por otro lado, el fin de la política del hijo único no parece despertar mucho entusiasmo en la población y también se están pagando las consecuencias de la prevalencia del varón sobre la mujer en cuanto a abortos selectivos o esterilizaciones forzosas que se cometieron durante años, de manera que a mediados del siglo XX los hombres de entre 15 y 49 superaban en 40-50 millones a las mujeres.
Los efectos negativos a corto y medio plazo son, pues, diferentes y graves, por lo que exigen una planificación específica.
Fuente: https://www.inforesidencias.com