En Bélgica, Suzanne Hoylaerts, de 90 años, falleció a causa del Covid-19 luego de renunciar al respirador artificial para darle una oportunidad a los pacientes más jóvenes.
El coronavirus muestra las grandes falencias en los sistema sanitarios del mundo, inclusivo en los países del “primer mundo”, y que no hay insumo que alcance cuando se llega al pico de infectados. En Bélgica Suzanne Hoylaerts, de 90 años, falleció luego de renunciar al uso del respirador artificial para que sea usado en pacientes más jóvenes.
“No quiero respiración artificial. Guárdenla para pacientes más jóvenes. Yo ya he tenido una buena vida”, le dijo Suzanne a los médicos que la atendían por coronavirus, ellos fueron los encargados de comunicarle la decisión a su hija Judith, y ella dio a conocer esta valiente historia que no tardó en dar la vuelta al mundo.
La anciana creyó que lo mejor era que pacientes más jóvenes tuvieran la oportunidad de sobrevivir al Covid-19.
Luego de que Suzanne falleciera y se conociera su valiente decisión, muchos usuarios de la red social Twitter la despidieron con a frase: “No todos los héroes usan capas”.
Desde el origen de la pandemia de coronavirus en China, a fines de 2019, el virus infectó a más de 910 mil personas -con 100 mil nuevos pacientes en apenas un día- y causó la muerte a alrededor de 45.500 en 180 países, de acuerdo con los datos de la universidad norteamericana Johns Hopkins.