Orlando Espósito y Carlos Martini estaban jubilados cuando, hace cuatro años, recibieron la propuesta de volver a trabajar en una empresa de software, dos casos que, aunque todavía son inusuales, muestran lo que, según los especialistas, es una tendencia a considerar la edad como un límite para conseguir empleo.
“Siempre trabajé en compañías vinculadas al software en el área de ventas y el presidente de la empresa donde hoy trabajo me conocía desde hacía muchos años. A los 65 me jubilé y unos dos años después me contacta por Facebook para hacerme una propuesta laboral”, recordó Orlando Espósito, de 71 años.
Y continuó: “Yo lo estaba pasando bien como jubilado porque más allá del trabajo, bailo tango, me reúno con amigos, hago asado para la familia, viajo y escribo novelas policiales. Sin embargo, la propuesta me interesó y me pareció un buen desafío volver al ruedo, más allá de lo económico”.