por Vanesa López- Diario Clarín
[dropcap]A[/dropcap]na Obarrio de Pereyra Iraola festejó su cumpleaños número 82. Lo hizo de una manera muy particular: jugando al tenis en Croacia, como una representante de la Argentina en el Campeonato Mundial Súper Senior. El evento reúne a mujeres y hombres de 65 años en adelante, divididos por edades, y es organizado por la International Tennis Federation (IFT).
Ana jugaba cuando era chica, es sus épocas de estudiante. Después se casó, tuvo 10 hijos, y recién entonces se reencontró con su raqueta. “Es un placer participar. Acá está el mundo Seniors, se siente el tenis en la piel, y a mí me gusta competir”, le dice a Clarín desde Croacia por WhatsApp. Es la tercera vez que participa en un Mundial: ya estuvo en Alemania y en Turquía.
Para estar entrenada, jugó partidos tres veces por semana y se preparó “mentalmente”. Respecto a la dieta, reconoce que no se cuida en las cantidades, pero que es metódica para comer y elige alimentos sanos. Asegura que juega por deporte, pero también por placer. Suele practicar con personas de su edad, pero muchas veces se anima a enfrentar a otros más jóvenes.
¿Cuál es el secreto de su eterna juventud? Ni el ejercicio ni la alimentación. “Tal vez haber tenido los maravillosos hijos que tengo”, prefiere responder. Uno de ellos, Ricardo, viajó hasta Croacia para alentarla. Desde allá cuenta que se encontró con un torneo muy profesional y que a medida que suben las edades el juego sigue siendo bien competitivo, sólo que es menos rápido.
Otra hija, Cecilia, suma fuerzas desde Buenos Aires y comparte su orgullo con este medio. “Mamá tiene una salud y una fortaleza increíbles. Es súper competitiva y juega a morir. Admiro su espíritu aventurero”, relata. “Le gusta la competencia sana, es tranquila y educada, es linda persona. También es súper coqueta: se fija en que combinen los conjuntos que lleva… Es un personaje”, sintetiza una de sus 10 herederas.
Junto a Ana, viajaron otras dos mujeres argentinas de más de 80 años: Jacqueline Watzl y Amanda Minguez. El equipo está teniendo muy buenos resultados: pasó a las finales y pelea por el segundo puesto. “Ya estoy pensando cómo jugar. Ahora nos toca contra Estados Unidos y si ganamos salimos segundas. Veremos…”, comenta Ana. El campeonato arrancó el 18 de septiembre y se extiende hasta el 4 de octubre.
“Se hace todos los años, en distintos lugares, y nuestro país tiene presencia hace unos 15 años”, le cuenta a Clarín Gerardo Miceli, coordinador del área Senior de la Asociación Argentina de Tenis. Ellos arman los equipos y, una vez que los eligen, llaman a los jugadores para ver si están dispuestos a viajar, ya que los gastos los deben costear ellos mismos. Luego, si quedan entre los primeros puestos, reciben un premio monetario.
“Es muy común que mujeres de más de 80 años jueguen al tenis. En esta categoría, en este Mundial, se presentaron nueve equipos de todo el mundo”, explica Gerardo. Asegura que están “completamente entrenadas”: juegan con frecuencia y algunas, para estar en forma, hasta salen a correr. Eso sí: antes de anotarse, deben presentar un certificado médico. La exigencia es la misma que en cualquier partido de tenis, con igual duración, salvo el último set que es más corto y juegan a 10 puntos.
Lejos de bajar los brazos, Ana incluye al tenis en su futuro cercano y se permite tener un sueño: “Llegar primeras el año que viene”. Todavía no fue anunciada la sede que las recibirá, en algún lugar del mundo, para dejarlo todo en la cancha. Pero allí estarán como cada año, para demostrar que las ganas de estar en movimiento siguen intactas y pueden darle batalla al paso del tiempo.
Fuente: Diario Clarín, por Vanesa López