La Maratón de Tejido Abrigados con amor fraterno duró diez días, desde el 12 al 22 de julio, como una iniciativa de la diversidad religiosa e instituciones civiles religiosas. Susana Segovia contó a Vivir Plenamente cómo surgió este proyecto entre las Damas en Dialogo Interreligioso, once comunidades de la diversidad religiosa fundada y coordinada por la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
“La idea es llegar a la comunidad y a esas personas que por materialismo y consumismo, le han dicho que es un animalito de costumbres y se ha olvidado que es un ser espiritual. La sociedad lo consumió, lo vemos en nuestro entorno en la cantidad de robos, crímenes e infidelidades, porque le han dicho que su vida es finita y terminaba con su cuerpo. Cuando uno tiene una filosofía espiritual esto trasciende y la vida empieza a tener otros sentidos, el tema era cómo llegábamos a la comunidad: volvemos a tomar algo que le es común a la gente”, explicó Susana sobre esta maratón que alcanzó a tejedoras de todo el país y también a las que se animaron a empezar.
Cuando uno tiene una filosofía espiritual esto trasciende y la vida empieza a tener otros sentidos, el tema era cómo llegábamos a la comunidad: volvemos a tomar algo que le es común a la gente.
“Pertenezco al club de Leones de Lanus, que ya hacen gorritos y baberitos que entregan al hospital de Lanús. Hablé con la anterior presidente Alda Torres y le pregunté que podíamos hacer, me dijo que hagamos cuadraditos 20 x 20 porque es fácil de enseñar y hacer, luego se unen y se hacen mantas. La verdad es que yo dije que lo íbamos a hacer en Capital, donde estamos la mayoría de las damas y Lanus, Moreno o la zona oeste, donde hay otras damas. Pero lo lanzamos y de repente se expandió: se sumaron un montón de instituciones religiosas de Catamarca, La Rioja, Santa Fe, Tucumán, San Juan puso todo el esfuerzo y andaba buscando tejedoras, porque la idea es sumar instituciones civiles y no religiosas para hacer esto”, compartió con emoción.
Hubo tejedoras que se sumaron a la maratón al ver los flyers difundidos, como en Tucumán, “se metieron al grupo que creamos, donde nos animamos entre nosotras y subimos videos para las chicas que no saben tejer, si es necesario hacemos una videollamada, para que esos primeros pasos sean más suaves”. Contó que en el grupo de Facebook publican las administradoras, “y los domingos los abrimos para las personas en soledad, donde podemos socializar, es el tiempo que le dedicamos a interactuar, en darle respuesta rápida, y en la semana vemos quienes pueden hacer el feedback”.
Destacó que se buscaba que el proyecto fuera descentralizado, así cada punto adherido en el país podía definir la organización en cuanto a hacer los cuadraditos, recepcionarlos, armar las mantas y a qué instituciones o personas donarlas. “La idea es que no importa cuántos cuadraditos se hace, uno solo puede significar terminar una manta y abrazar un corazón”, expresó.
