Mirta tiene 66 años y el domingo 11 de agosto pudo ir a votar en las PASO gracias a una acción que se llevó a cabo en el Hospital Moyano de la ciudad de Buenos Aires, impulsada por Soledad Fernández Mele, Perla Goizueta y Adelina Navarro Lahitte, defensoras públicas.
La emoción por tener la posibilidad de ejercer su derecho a voto, como otras de las mujeres del Moyano cuyas sentencias las habilitan para participar de los comicios, se reflejó en su sonrisa desde que se subió a la combi que la llevó hasta el lugar. En el mismo grupo estaba Juana, de 19 años, que votaba por primera vez.
Muchas de las personas alojadas hace tiempo en los neuropsiquiátricos por motivos sociales o de vivienda no llegan a los centros de votación. Como no están acostumbradas a salir, pierden la posibilidad de ejercer sus derechos solamente por los años de institucionalización que tienen encima. Navarro Lahitte cuenta que las mujeres estaban fascinadas, porque como ciudadanas que votan se empoderaron y esto le da la posibilidad de peticionar a las autoridades y reclamar, porque ellas las eligieron.
Según el Primer Censo Nacional de Personas Internadas por Motivos de Salud Mental, solo el 12,4% de las personas internadas en los hospitales monovalentes tienen acceso a su DNI, y esto atenta fuertemente con el derecho a ejercer el voto en aquellos casos en que estén habilitados.