[dropcap]U[/dropcap]na vez más, la lectura y la literatura se hizo presente en nuestro programa. En esta oportunidad nuestra columnista Laila E. Daitter comparte con nosotros los siguientes títulos:
– “El águila que no podía volar” que pertenece al libro “Pregonero, cuentos para cuenteros” de Susana Itzcovich.
– “Estaba oscuro y sospechosamente tranquilo”, de Einar Turkowski. Un pequeño fragmento dice: …”¡Todo esto es absurdo!”, murmuró una mujer. “Es un científico; que no les quepa duda. Y se dedica a hacer experimentos peligrosos. Seguro que está investigando un arma nueva para probarla con los peces, y como todo es tan venenoso y apestoso, hasta tiene que sacar al jardín los recipientes vacíos. ¡Nos va a matar a todos!”».
– “Benjamino”, de María Teresa Andruetto. Compartímos un fragmento:
…”Había una vez una madre que tenía un hijo tan pequeño que podía vivir dentro de una cáscara de nuez.
Lo llamaban Benjamino, que quiere decir el más pequeño.
Cada día, la madre despertaba a Benjamino y lo mandaba a cuidar las tres vacas que tenían: la Blanca, la Negra y la Manchada.
Cierta vez, Benjamino llevó las vacas al campo, y comenzó a llover. Entonces, buscó reparo debajo de unos tréboles y se quedó dormido. Y la vaca Negra, comiendo las hojas de los tréboles, se comió también a Benjamino.
Al ver que no regresaba, la madre fue a buscarlo. Vio, en el campo, las tres vacas y lo llamó:
¡Benjamino! ¡Benjamino!
Hasta que una voz que parecía venir desde muy lejos, gritó:
¡Aquí estoy, mamá!
¡¿Pero dónde, hijo?! – preguntó la madre.
¡Aquí! ¡En la panza de la Negra!
La madre juntó las vacas, las llevó al establo y les dio de comer, hasta que la vaca Negra hizo caca y Benjamino salió con ella. Después, mandó al hijo a lavarse en el arroyo.
Mientras Benjamino se limpiaba la caca, apareció el lobo…
– Y por último nos recomienda: “El grillo y otros poemas, de Conrado Nale Roxlo.
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