Acompañamos la semana pasada a las Delegaciones de Corrientes y Chaco a la segunda reunión anual del Consejo Federal del Adultos Mayores (CoFAM), por una oportuna invitación del Vicepresidente primero del órgano nacional, Rubén Acosta.
Tuve la oportunidad de conocer a personas de todo el país, así como las realidades tan disimiles de cada provincia, pero a la ve comparten la necesidad de que los adultos mayores sean visualizados y respetados.
En dicha reunión, los representantes estatales de los adultos mayores, así como los delegados provinciales, coincidieron en que se debe fortalecer la participación y abrir nuevos canales de comunicación para ver cómo, en forma federal, se pueden trabajar para mejorar la situación del sector. Por ejemplo, la gratuidad del pasaje de colectivo que se tiene en Corrientes capital, no la tienen los mayores de 60 años de la ciudad de Resistencia como tampoco tienen servicios de salud como tenemos nosotros, que contamos con el Hospital Geriátrico Juana Francisca Cabral. Pero, en Entre Ríos y Córdoba, tienen otros beneficios, como ser la excepción de impuestos provinciales para quienes cobran la mínima, y dos pasajes, al mes, gratuitos para los colectivos interurbanos.
Se habló mucho de la violencia financiera que viven las personas mayores, sobre todo de aquellas que viven lejos de los centros urbanos o tienen bajo nivel educativo, que les hace depender de un tercero que se aprovecha de su vulnerabilidad y se apropia de su dinero. Sumándole a esto una serie de padecimientos a la vida, de por sí ya dura, que tienen estas personas.
También se puso de manifiesto la necesidad de implementar mayores controles sobre las financieras o pseudo financieras, que cobran altísimos intereses. Las largas colas en los bancos y la falta de conocimiento que tienen las personas para manejarse con los cajeros automáticos y la solicitud de turno, ante Pami o Anses, vía telefónica o web.
Hay una gran brecha digital, los Estados provinciales y el nacional, no deben desconocer la realidad de su pueblo. En tal sentido, deben ser muy conscientes e implementar políticas que hagan a la alfabetización digital. Se están implementando algunos programas, pero se debe fortalecer ese trabajo, pero volviendo a la violencia financiera y haciendo hincapié en lo establecido por la Convención Interamericana de los Derechos de las Personas Mayores que nos habla del derecho a la seguridad y a una vida sin ningún tipo de violencia.
Es necesario tomar conciencia de esta realidad y hacer algo para proteger a estas personas que son abusadas en su buena fe, es nuestro deber como sociedad democrática hacer foco en los principios de igualdad y Justicia para terminar con la violencia económica.