En la pasado edición, nuestra querida amiga Laila Daitter, nos dejó dos títulos más que recomendados. Hablamos de dos grandes obras de Ernesto Sabato, “España en los diarios de mi vejez” y “La Resistencia”.
“España en los diarios de mi vejez”:
La experiencia de los viajes de Ernesto Sabato por España durante los dos últimos años es el eje vertebrador de este cuaderno de bitácora íntimo y vital esbozado con los apuntes de un escritor fiel a su estilo, a sus obsesiones y a su situación personal. Estas páginas permiten visitar a un Sabato más cercano y viajar en su compañía, registran el paso del tiempo, los estados de ánimo del genial escritor y lo más inmediatamente cotidiano, presentando de una forma directa mucho de lo que en su obra aparece de manera más elaborada.
Éste es un libro que se lee con el deleite de quien sacia la sed. Un texto hecho de pinceladas de infancia, de lecturas, de anécdotas que constituyen el perfecto retrato del artista, de reflexiones sobre la creación literaria o la vejez y el olvido, sobre temas eternos y actuales —desde la doble naturaleza del hombre hasta la globalización, la migración, la marginación y la injusticia—, o de comparaciones entre Argentina y España, agudas y cariñosas, pero siempre llenas de contrastes.
<<España en los diarios de mi vejez>> es a la vez un documento de gran dignidad moral y un texto literario de arte supremo, que arroja particular vislumbre sobre un mundo en descomposición; en este sentido, la alianza entre rotundidad expresiva, emotividad, y lucidez ética lo convierte en un testimonio de extraordinario valor intelectual.» Pere Gimferrer. «Quisiera morir como un hombre,como he vivido quisiera morir.»
El escritor pasó dos años en Madrid y construye en estas páginas un peculiar y personal retrato de España vista por el genial narrador argentino. “Algunas páginas han sido largamente elaboradas a mi vuelta o durante esos largos meses en que estuvimos de viaje. Otras permanecen como me salieron, apenas comentarios a la vida cotidiana”, reconoce. La algarabía de los cafés madrileños, la fascinación por Goya y El Bosco vivida en el Museo del Prado, Galicia… España recorre este libro donde “prevalece mi deseo de confesarme”. El Cultural adelanta hoy, junto a una reflexión de Claudio Magris sobre la obra del maestro argentino, algunas de las facciones del rostro del último Sabato: como siempre reflexivo, hondo, certero, amargo y feliz.
La Resistencia
El libro de la Resistencia escrito por Sabato es una reflexión profunda sobre la vida. Un recorrido por los tiempos antiguos y por los tiempos modernos que a los seres humanos les toca vivir.
Nos llama a valorar la vida del hombre y de los otros seres humanos. Habla de resistir al individualismo, al capitalismo, al culto de sí mismo, a la incomunicación, al sometimiento y a la masificación, a la competencia feroz y a la falta de comunicación. Él piensa que el ser humano puede resistir y puede salir de esta profunda crisis en las que estamos envueltos porque siempre el hombre puede volver a renacer. El libro está dividido en cinco cartas y un epílogo.
Primera Carta Lo pequeño y lo grande
En esta carta, Sábato hace referencia a cómo el carácter moderno de la actualidad ha hecho que cada vez más nos olvidemos y evadamos lo verdaderamente esencial. Mientras la tecnología avanza (y no se quiere decir que sea abominable), las relaciones entre los seres humanos se desgastan y se vuelven digitales e indirectas; anteponiendo entre ellas una frialdad característica del mundo moderno. La televisión cristaliza esta nueva visión, ya que idiotiza y, aunque es evidente que no ofrece siempre lo que buscamos; se ha vuelto una costumbre el no inquirir algo mejor que hacer y nos limitamos a quedarnos frente a ella o frente a un computador, un celular, etc.
Segunda Carta Los Antiguos Valores
En esta segunda carta, el autor interviene primeramente en una especie de analogía entre la antigüedad y la actualidad; pero no necesariamente para diferenciarlas, sino para que nosotros, como lectores, entendamos el sentido de los valores en su máxima expresión. Valores que se van perdiendo no sólo por su desgaste y por el , sino porque desde la educación; estos valores se deforman porque somos educados para el individualismo y dentro de este siniestro principio no hay cabida para los valores de cooperación, solidaridad, honestidad y compromiso.
Tercera Carta Entre el bien y el mal
El ser humano siempre ha querido buscar un equilibrio entre el bien y el mal. No se puede concebir al hombre como totalmente bueno pero tampoco como totalmente malo, ya que la incansable lucha por el bien comprueba la existencia del mal; aunque esta evidencia no necesite ser demostrada. Los sentimientos, afectos, pasiones, etc.; marcan la vida del ser humano y le hacen colocarse una máscara para cada escenario de su vida, perdiendo muchas veces el sentido real de su única o identidad. De este modo, la maldad y la bondad suceden dentro de cada individuo.
Cuarta Carta Los Valores de la Comunidad
La globalización no sólo a unido por redes al mundo sino que estas redes han buscado la manera de homogenizar y masificar a cada uno de los seres humanos; llevándolos al punto de sentir vergüenza de sus propios rasgos porque le han sido impuestos otros que ahora considera como superiores.
La libertad se ha convertido en un miedo; el miedo a decir, actuar u opinar sobre un hecho que cambiaría y mejoraría nuestra condición de ser humanos, por el simple temor de quedarnos un proceso que está establecido de otro modo aunque mediocremente. Sábato pone en manifiesto que cada vez más, aceptamos un , al cual nos acostumbramos y nos alienamos. Un individualista que está atentando contra la vida porque es como una guerra sin armas. El autor propone una salida, un renacer de este agujero en que estamos cayendo: El arte, que toma las fuerzas invisibles que operan en nosotros para lograr preservar en el fondo el alma de la niñez.
E. Sábato exalta que es necesario reconocer que frente a este conflicto aparentemente sin salida en el que nos encontramos, es de vital importancia cruzar el puente y no quedarnos mirando al pasado o al abismo de lo incierto. Pero cruzar este puente significa humanizarnos y recuperar la característica de humanos en el preocuparnos por el otro, ya que sólo así podremos salvarnos. La resistencia hacia concebir a la libertad con miedo, sólo será posible si el ser humano se desase de las dificultades de la vida moderna y las dramáticas preocupaciones por lo económico.
Epílogo La Decisión y la Muerte
Según Sábato, la verdadera felicidad está en la fidelidad hacia lo que se cree; sin embargo no es decisivo el decir o pensar que todo seguirá igual, porque es en momentos cruciales de nuestra existencia donde debemos decidir sobre grandes opciones. El encontrar requisitos para volver a crear la vida, tras un aparente fin es rechazar por completo la resignación y la cobardía. De este modo, es necesaria una conversión de la cultura, del espíritu, del ser humano; un tiempo para abandonar los rasgos del pasado para descubrir la verdad oculta tras un velo, un tiempo para morir.