En esta oportunidad, nuestra querida promotora de la lectura de Vivir Plenamente, la magister Laila Emilia Daitter nos trajo una de las obras de la recientemente fallecida Poldy Bird. El Cuento Infinito es un homenaje a los 40 años de la aparición de su primer libro y contiene 200 de sus mejores cuentos seleccionados de: Cuentos para Verónica, Verónica crece, Palabras para mi hija adolescente, Cuentos para leer sin rímel, Cuentos con niebla, Cuentos de amor, Durará lo que dure el mundo, Mariposas encerradas en mí, La nostalgia, Es tan largo el olvido, Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
La escritora Leopoldina Emilia “Poldy” Bird Mosconi, autora de los best sellers “Cuentos para Verónica” y “Cuentos para leer sin rímel”, murió en la noche del de junio,a los 76 años en la Ciudad de Buenos Aires, donde vivía. La autora nació el 16 de diciembre de 1941 en Paraná pero junto a su familia, se mudó a la ciudad de Buenos Aires cuando aún era una beba luego de que su padre, Enrique Bird Mosconi, sobrino del general Mosconi, fuera trasladado. A los 8 años perdió a su madre y con sólo 16, logró publicar un poema en el diario La Prensa y colaboró con otras publicaciones.
Se casó con Martín Renaud, a quien había conocido a los 17 años, y a los 20 tuvo su primera hija, Verónica. Para el año 1969 publicó el ya mencionado ‘Cuentos para Verónica’, con el que comenzó una larga carrera llena de éxito. Más tarde llegarían otros títulos como “Cuentos para leer sin rimmel” y “Cuentos con niebla”. Los dos primeros alcanzaron a vender más de tres millones y medio de ejemplares.
Estos cuentos, de portadas rosas o celestes con dibujos de niñas o adolescentes o mujeres jóvenes que aparecen sobre un fondo de flores, espejos y enredaderas, fueron editados por su propia editorial, Orión, que cerró en 2001, debido a la crisis económica.
En 1980 el cuento “Mamá de niebla” fue llevado al cine con el título Días de ilusión, en una película dirigida por Fernando Ayala y protagonizada por Andrea del Boca. El 25 de octubre de 2008, la escritora sufrió un duro golpe al morir Verónica, a los 39 años, de un infarto masivo, como le había sucedido a su padre en 1997.
En 2010 y en memoria de su hija lanzó su obra “Tan amada”, que incluía relatos inéditos, poemas y algunos clásicos que quedaron en la memoria colectiva. “No es verdad, no estás muerta, no hay una sola huella que indique que te has ido a ordenar las estrellas. Estas aquí, mirando, dando vueltas, susurrando. No llores, estoy cerca. No es verdad, no estás muerta. Al ángel encargado, por una distracción, se le cerró la puerta”, escribía en su primer poema Bird.
En 2009, la editorial Del Nuevo Extremo publicó “El cuento infinito” que reunía doscientos de sus relatos. En ellos aparecían mujeres hastiadas de la rutina y que sufrían en silencio, hombres de perfil machista que querían la comida lista y otros que reclamaban una mujer dispuesta a sus arbitrios.
Otras de sus obras más importantes fueron “La nostalgia”, “El país de la infancia”, “Verónica crece”, “Mariposas encerradas en mí”, “Brillo de lágrimas”, “Cartas debajo de la almohada” y “Lo que tengo de mi madre”.