Marcelo Peretta, secretario general del gremio de farmacéuticos y bioquímico explicó que, la situación está “mal porque venimos de un cuarto año negativo para los pacientes, que no les alcanza para cubrir los costos de medicamentos, cerraron 500 farmacias y tenemos alrededor de 6 mil puestos de trabajo perdidos”. Recordó que el PAMI le debe a las farmacias unos 1.200 millones de pesos y la necesidad de “plantear una nueva ingeniería del sistema farmacéutico en la Argentina”.
Entre los cambios reclamados, pidió que se fijen reglas para que “los laboratorios no fijen el precio que quieren y que el Pami le brinde el 100 por ciento de cobertura en medicamentos esenciales a los adultos mayores”. Otra de las propuestas es que la obra social nacional compre los medicamentos por anticipado y los distribuya en las farmacias, para no tener que esperar a que se abone posteriormente a la venta.
Del mismo modo, solicitó “una auditoria profunda para que no haya abusos en el sistema para que, por ejemplo, no compren de más o usen el nombre de un jubilado para comprar medicamentos para otra persona”. Destacó una de las propuestas de Alberto Fernández, quien adelantó la posibilidad de bajar el porcentual de las Lelic y, con esa diferencia, de unos 20 mil millones de pesos se pueden pagar medicamentos o usar los 650 millones de dólares anuales de presupuesto para comprar anticipadamente, mediante licitación, ahorrándose un 40 por ciento.
Afirmó que “es inviable que con 14 mil pesos, un jubilado pueda pagar alquiler, servicios y también medicamentos”, reiterando el pedido para “trabajar sobre una lista de medicamentos esenciales”. Explicó que se compra un 18 por ciento menos de medicinas que el año pasado, por lo que se perdió el consumo, además de empeorar la salud”. “No es lo mismo que baje el consumo de autos o celulares porque la gente no se muere si no compra estos bienes, pero en el caso de los medicamentos sí se puede morir”, cerró.
