¿Cómo son tus conversaciones, construyen o destruyen?
Permanentemente estamos en algún tipo de conversaciones, y somos nosotros mismos los que nos potenciamos o nos limitamos, para hacer que las cosas pasen, alcanzar buenas relaciones y logros esperados, crear nuevas realidades, torcer rumbos, una clave son sostener conversaciones poderosas.
Como somos seres humanos sociales vivimos en relación coexistiendo junto a otros seres humanos; de modo que las relaciones humanas y la comunicación son pilares fundamentales de nuestra vida.
Nos necesitamos los unos de los otros para conseguir lograros; concatenación de personas con acciones funcionando en red.
El fenómeno de la comunicación involucra el “Escuchar y Hablar”.
La escucha activa implica la capacidad de percibir el lenguaje, la emocionalidad y la corporalidad del orador, este tipo de escucha se centra en el otro, significa interpretar = Escuchar para entender, no para responder.
Para que surja una escucha activa es necesaria la empatía, habilidad cognitiva para comprender el universo del otro, también es conocida como inteligencia interpersonal, para lo cual es necesario dejar a un lado los juicios morales y afectivos de tal modo que se pueda tener una actitud comprensiva.
Ejercicio de escucha activa:
1.Centra toda tu atención en la otra persona, esto implica mirarlo a los ojos y dejar lo que estás haciendo.
- Libérate de tus creencias, recuerda que el espacio es para la otra persona.
- Interrumpe sólo si es necesario, de lo contrario, permite que la otra persona termine de exponer sus ideas.
- Evita dar consejos, regularmente lo que las personas quieren es solo que se les escuche.
- No domines la conversación; recuerda, la escucha activa es una habilidad que se desarrolla todos los días.
La empatía siempre empieza por uno mismo. En el mundo necesitamos más empatía y menos juicios.
Algunas características de las personas Empáticas:
- Sensibilidad frente a los otros
- Les gusta escuchar
- Son ecuánimes
- Son respetuosos y tolerantes
- Están atentos a la comunicación no verbal
- Eliminan sus creencias personales
- Parten de la premisa de que cada persona es diferente.
Constantemente vivimos en algún tipo de conversaciones, sean externas, o internas y es posible evaluar de qué manera estamos conversando con uno mismo o con los otros.
El hecho de vivir desde mundos emocionales negativos que ocasionan sensaciones de malestar, insatisfacción, déficit en rendimientos sin alcanzar los resultados esperados, lo más probable es que exista una mala calidad en las conversaciones.
Cuando las conversaciones restan es porque se está poniendo el foco en lo que falta, en los obstáculos.
Cuando las conversaciones suman, es lo opuesto, se está focalizando en las fortalezas que permiten una adecuada toma de acción en pos de resultados positivos.
Algo interesante a comprender es lo siguiente: Cuando usamos el verbo “Ser” hablamos de que algo es permanente y el verbo “Estar” es cuando algo es temporario; es habitual olvidar esta distinción del verbo Ser y Estar.
Reparar que generalmente hablan (de las situaciones, de las relaciones, de las personas, de las instituciones) algo que es temporario y cambiante lo consideran como si fuera permanente.
Con este hábito lingüístico lo que ocurre es cosificar aquello de lo que estamos hablando; por ejemplo: si decimos que “el gobierno es corrupto”, o que “Juan es haragán”, estamos cerrando posibilidades de cambio y etiquetando como si el gobierno o Juan son una cosa inalterable.
En este sentido adquirimos una visión del mundo o de las cosas, en la cual creemos que no es posible cambiar más allá de que queramos o deseemos que cambie, pero el punto central a reconocer es que, por esa visión personal limitante y reducida no es posible hallar posibilidad de oportunidad de mejora o cambio.
Desear y querer no es lo mismo que decidir y actuar.
El compromiso voluntario y la acción concreta son estados actitudinales que producen resultados medibles y observables cuantitativamente.
Las conversaciones limitantes o de no posibilidad, tienen frutos negativos, se las puede reconocer, son las que empiezan con “No”, por ejemplo: “No me sale”, “No sé cómo…”, “No puedo…”, “No debo…”, “No lo voy a lograr”, “No estoy a la altura de las circunstancias”, también están otras como “Es difícil”, “Olvídate”, “Ni lo sueñes” etc.
Entrenarse en incorporar comunicaciones asertivas con conversaciones con poder esta en tus manos, porque somos nosotros mismos los que nos potenciamos o nos limitamos, la oportunidad para crear nuevas realidades, torcer rumbos, hacer que las cosas pasen, alcanzar buenas relaciones y conquistar logros esperados.
“Resultados productivos, requieren conversaciones productivas.”
Te mando un beso inmenso TG.
IG Tona Galvaliz. FB/LinkedIn. María Antonia Galvaliz.
Counselor-Logoterapia-Biodecodificación- Coaching Ontológico y Sistémico- Speaker- PNL- Coaching WingWave- Escritora Columnista- Desarrollo Humano personal y organizacional.
