¡En la vida todo pasa y todo llega!
El principal objetivo de cerrar ciclos es el ORDEN.
Haz las paces con tu pasado sin que nada te desarmonice, enturbie, confunda o detenga; camina liviano, estate presente aquí y ahora, ten una visión clara, definida de lo que deseas para el 2019 y te moverás entusiasmado con propósito y sentido.
Deja ir, suelta, haz un balance lleno de gratitud, quédate con los aprendizajes de las vivencias, planifica, proyéctate y visualízate con generosidad y abundancia, emprende empoderado confiando en ti en este año 2019 que nace.
Una canilla que gotea sin que se la repare con la dificultad de cerrarla y esperando que eso no traiga costos económicos, ecológicos, sociales, de bienestar, etcétera, es una ilusión.
De igual manera, no cerrar los procesos, los ciclos de la vida dejando que permanezcan abiertos sea cuales fueren, indefectiblemente van a interferir con nuestro avance, evolución y desarrollo, impidiendo lograr un futuro venturoso.
Nuestra naturaleza humana tiene la tendencia a ser retentiva. Nos acostumbramos, apegamos, aferramos con facilidad a lo que nos resulta conocido por más feo, triste o doloroso que eso sea y que al mismo tiempo nos causa insatisfacción e infelicidad. Nos cuesta e incomoda experimentar atravesar lo incierto, lo desconocido, para dar esos pasos que nos impulsen hacia lo nuevo favoreciendo proyectarnos y construir una vida mejor.
Es posible que ya no tengas nada a qué aferrarte, pero mental, emocional y actitudinalmente con acciones o hechos continúas involucrado o atado a eso o ello que ya es parte de un pasado.
Deja ir agradeciendo lo vivido, lo aprendido, lo concluido, lo que has sentido, sufrido, sabiendo que todo ¡SIEMPRE! suma y es para un mayor bien; acepta y toma aquello que incrementó tu crecimiento y humanidad; es una forma de reconocer con apertura y disposición las nuevas posibilidades y oportunidades que acercan hacia una realidad nueva.
Insistir en permanecer en lo que ya no está o no es, en lo que ya fue o pudo ser, te roba felicidad, alegría, energía, el entusiasmo.
Todo tiene su momento, su tiempo bajo el sol.
Andar por la vida dejando las puertas abiertas por si acaso, por las dudas, como si fueran aguas viscosas, complica vivir el presente con plenitud y satisfacción.
¡Cierra la puerta, cierra el círculo pendiente!
¡Deja ir, dale un cierre, asume, ordénate!
Lo que está terminando, termínalo definitivamente o tal vez nunca comenzó, ¡revísalo!
¿Qué, a qué, a quién no estás soltando y dejando que se vaya?
¿Terminó tu trabajo? ¿Se desgasto o acabó tu relación? ¿Cambiaste de salud o de corporalidad? ¿Ya no vivís más en tu casa? ¿Ese negocio o sociedad ya no funciona? ¿Tus hijos crecieron, se fueron? ¿Falleció tu compañero, amigo, familiar, tu mascota? ¿Cambió tu situación social-económica? ¿Debes irte de viaje o mudarte de ciudad? ¿Aún no encontraste el amor de tu vida? ¿No pudiste tener familia? ¿No blanqueas la situación, la relación?Conviértete en la mejor versión de vos mismo en el 2019.
¿Cómo te gustaría verte?
Define tu sueño, tu meta.
¿Cómo te ves hoy?
¿Dónde estás ahora y dónde quieres estar?
¿Qué acciones, estrategias o hábitos vas a realizar para ello?
¿Qué estás dispuesto y comprometido a hacer para conseguirlo?
Y para lograrlo, ¿qué vas a conservar, modificar, eliminar, incorporar?
¿Cómo lo harás? ¿Cuándo? ¿Durante cuánto tiempo?
¿Cómo te vas a dar cuenta que lo conseguiste o lograste?
¿Cómo te gustaría ser recordado?Deja ir al pasado. Dale la bienvenida a lo nuevo.