Los accidentes domésticos suelen ser subestimados o, mejor dicho, minimizados. Sin embargo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las lesiones accidentales o no intencionadas son la segunda causa de muerte en el mundo, luego de los accidentes de tránsito. ¿Y quiénes son los más vulnerables a estas caídas y golpes graves/letales?: las personas mayores.
¿Cómo podemos entonces ayudarlos a prevenirlas? La OMS sugiere “diseñar estrategias preventivas que hagan hincapié en la educación, la capacitación, la creación de entornos más seguros, la priorización de la investigación relacionada con las caídas y el establecimiento de políticas eficaces para reducir los riesgos”.
Mariano Sassano, profesor en la Facultad de Motricidad Humana de la Universidad Abierta Interamericana (UAI) y licenciado en Educación Física, Deportes y Salud, señaló al respecto: “Las caídas se pueden evitar. Hay muchas formas de hacerlo o, al menos, de disminuir su prevalencia: el ejercicio aeróbico (cinta, bici, caminatas, baile, etcétera), los ejercicios de fuerza muscular (entrenamiento de resistencia), estiramientos (como pilates, gimnasia artística y yoga) y la marcha/equilibrio (como judo, tai chi, etcétera)”.
Para el especialista -también presidente de la Red Social Derechos Humanos para un Envejecimiento Activo y Saludable (RSDHEAS 23 Provincias)-, es necesario que los mayores de 65 años sean evaluados por especialistas mediante un “test integral donde se analicen sus funciones cognitivas, funcionales y emocionales”.
En el caso de que las caídas sean repetitivas y constantes, eso indicará que la persona se encuentra en una “situación de fragilidad”. “Las caídas pueden darse por varios factores: médicos, funcionales, mentales, psicoafectivos y farmacológicos”, aclaró.
Qué es la sarcopenia
La sarcopenia es la pérdida de masa muscular y está asociada al envejecimiento y al sedentarismo.
No es novedad que la actividad física es uno de los pilares para una vida saludable, pero es también necesaria para que los músculos estén fuertes y así puedan cumplir su función de mover el cuerpo y mantenerlo firme.
A medida que pasan los años, nos movemos menos y aumenta la pérdida progresiva de la masa y potencia muscular.
La osteóloga Alicia Bagur explicó que la pérdida de masa muscular es consecuencia de la interacción de varios factores: baja ingesta de proteínas, ausencia de actividad física, niveles deficientes de vitamina D y cambios específicos en la composición o calidad del músculo a medida que se envejece.
En la actualidad, se ha podido determinar que las fracturas que padecen las personas mayores al caerse no se deben a una baja densidad ósea o a un problema de osteoporosis sino a la falta de su fuerza muscular.
Nutrición y ejercicios para cuidar los músculos
Para evitar la sarcopenia, es fundamental:
- Tener una buena alimentación
- Realizar actividad física.
Es importante comer alimentos que aporten proteína de buena calidad (carne, pescado, leche, huevos o legumbres). Es clave que la ingesta de esta proteína esté presente tanto en el desayuno como en el almuerzo y la cena. Incluso, se ha demostrado que ingerir proteínas justo después del ejercicio físico favorece la síntesis de tejido muscular.
Los especialistas aconsejan realizar ejercicios que requieran fuerza, como aquellos con pesas o gomas elásticas. El peso y las repeticiones fomentan la síntesis de tejido muscular. Las personas que tengan problemas de articulaciones pueden hacer este tipo de ejercicios dentro del agua.
De esa manera -aclaran-, no solo se cuida la salud del deterioro inevitable por el paso de los años, sino que además se mantiene el cuerpo en forma.
Fuente: tn.com.ar