El 21 de septiembre el Gobierno de Corrientes levantó la obligatoriedad del uso del barbijo en lugares cerrados, en coincidencia con decisiones en materia sanitaria idénticas a otras provincias. Inmediatamente, aquellas mascarillas que impregnaron todos los paisajes de la vida cotidiana fueron desapareciendo y hoy resisten en los rostros de los más cautelosos que todavía temen a la pandemia.
Y pese a que el Ministerio de Salud de la Provincia informó, el pasado 31 de octubre, que los casos de COVID-19 llegaron a cero, alguno especialistas locales e internacionales sostienen que el coronavirus está lejos de desaparecer completamente.
Uno de los que sostienen esta hipótesis es el reconocido médico clínico bellavistense, Alberto Ojeda, que en la actualidad atiende en el Centro Integrador Comunitario de la localidad. “El COVID-19 no va a desaparecer y tiene consecuencias inmediatas en la salud de las personas. Y una de ellas es que muchos pacientes pos-COVID se están enfermando con patologías serias“, comentó.
Para el doctor, que comenzó a ejercer la profesión hace 50 años, el virus hizo que surgieran enfermedades que antes los recuperados no tenían registro. “Esto quiere decir que la virosis no sólo afectó el sistema respiratorio en gran medida, sino que a todo el cuerpo y los efectos empiezan a evidenciarse ahora en las consultas“, sostuvo.
Y lo más preocupante es que “afecta a jóvenes y adultos por igual”, siendo los mayores de edad los más complicados, sobre todo si tienen antecedentes de enfermedades previas como hipertensión o diabetes. El porqué el virus propició el despertar de patologías en quienes lo padecieron es un interrogante que aún no tiene respuesta en la comunidad científica.
El líder mundial en investigación y atención médica, Mayo Clinic, precisó en un comunicado que personas que tuvieron COVID-19 grave podrían tener daños en el corazón, los riñones, la piel y el cerebro. También puede haber inflamación y problemas en el sistema inmunitario. No se sabe cuánto podrían durar estos efectos. Los efectos también podrían provocar el desarrollo de afecciones nuevas, como la diabetes o alguna enfermedad del corazón o del sistema nervioso.
Lo más preocupante es que “afecta a jóvenes y adultos por igual”, siendo los mayores de edad los más complicados, sobre todo si tienen antecedentes de enfermedades previas como hipertensión o diabetes.
“Habría que seguir usando barbijo, sobre todos en lugares públicos cerrados, donde hay mucha gente. Personalmente creo que la pandemia no terminó porque el virus puede seguir mutando. Debemos seguir con los recaudos higiénicos en hospitales, salas y consultorios”, aconsejó Ojeda, que también forma parte de la junta promotora de Política Abierta para la Integridad Social (PAIS) Corrientes.
El médico fue dos veces director del hospital “El Salvador” de Bella Vista y uno de los primeros concejales con el regreso de la democracia en 1984. Para el próximo año, aspira a ser nuevamente edil para su ciudad y asegura que “tiene muchas ideas para mejorar el sistema de salud con un bueno uso del presupuesto”.
Fuente: diario época
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