Gina Furetto tiene 72 años. Vive sola. Sus hijos hacen las compras por ella. Los saluda por detrás del cerco del costado de su casa cuando vienen a dejarle las cosas. Para entretenerse, hace manualidades. Pinta mandalas. Mira películas y limpia la casa. “Lo que más extraño es a mis nietos. Pero igual nos comunicamos por videollamada. Hasta ahora la estoy pasando bastante bien, porque tengo el sostén de mi familia, aunque a veces en algún momento decaigo”, dijo.
Mantenerse activos intelectualmente y físicamente. No perder el contacto con hijos, nietos, familiares y amigos. Esos son los consejos de los especialistas para que los adultos mayores de 70 años puedan transitar con éxito el aislamiento obligatorio que impuso la pandemia del coronavirus. La polémica por la norma de la ciudad de Buenos Aires que obligaba a los adultos mayores a pedir permiso para circular generó un debate sobre los riesgos que podría provocar un confinamiento prolongado en el ánimo y la salud mental de los mayores.
“Hay que tratar de reinventarse y pensar en un segundo proyecto. No estar esperando a ver cuándo va a terminar la pandemia. Así es difícil mantener el ánimo. Y es muy destructivo. Hay que aprovechar para leer un libro que no tenía tiempo de leer, hacer cosas de la casa que me quedaban pendientes. Llamar a los amigos o a la familia”, afirmó el doctor Luis Cámera, exjefe de Geriatría del Hospital Italiano.
Precisamente así pasa el tiempo libre Federico González, de 75 años. Vive en un departamento de Villa Urquiza junto a su esposa, de 68. “En nuestro tiempo libre vemos mucho cine. Tengo muchísimas películas bajadas durante años que nunca tuve ocasión de ver. Leo libros que tengo y que tampoco había tenido ocasión antes. También ordeno papeles viejos. Nos comunicamos con familiares o amigos por teléfono o WhatsApp. Y así se nos va el tiempo”, enumeró.
A González, una afección pulmonar le impide salir de su departamento. Por prevención, tampoco puede recibir visitas. Y aunque no ve a su hija hace ya un mes, siempre se comunica con ella por WhatsApp o por teléfono. En esos casos, los especialistas indican que es importante mantener los contactos con la familia a través de la tecnología.
“A pesar de estar separados, no hay que estar aislados. Hay que recrear como se pueda esos vínculos, llamándose o escribiéndose. Hay que mantener los contactos y suplantar la visita que hoy no se puede hacer”, explicó la psiquiatra Nora Leal Marchena, presidenta honoraria del capítulo Violencia Social y Salud Mental de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA).
Perder los vínculos puede perjudicar la salud física de los mayores, advierten los expertos. “Hay algo que se llama reserva cognitiva: son los recursos que un sujeto tiene para poder afrontar situaciones nuevas y difíciles. Una de las reservas cognitivas más fuertes es la interacción social. Si estos vínculos se cortan el sujeto está en presencia de un vacío, de una carencia. Puede enfermarse más y volverse más vulnerable”, aseguró Edith Labos, especialista en neuropsicología y directora del Laboratorio de Funciones Cognitivas de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Por eso, parte de la responsabilidad recae sobre las familias de los adultos mayores, que tendrán que hacer más frecuente el contacto digital o telefónico para suplantar la presencia física perdida. “Tenemos que tratar de tener un contacto más frecuente, llamarlos más seguido, preguntarles cosas y estar dispuestos a escuchar”, afirmó Leal Marchena.
“La familia tiene que esforzarse por mantener el contacto digitalmente, esa es la mejor manera de combatir la soledad y la depresión”, agregó Cámera. Sin embargo, son muchos los mayores de 70 que no están acostumbrados a usar el celular, internet y otras herramientas tecnológicas. Eso puede suponer un problema.
“No toda la población grande está digitalizada. La familia o los voluntarios, en el caso de la ciudad, deberían ayudarlos a aprender a hacerlo. En este momento sociabilizar pone en riesgo la vida. Dos meses atrás promovíamos la sociabilidad, gerontológicamente hablando. Hoy es lo contrario”, sostuvo Cámera.
Junto a la preservación de los vínculos sociales, otra clave para los mayores de 70 años es tener una rutina con actividades que los motiven en el plano físico e intelectual.
“Es indispensable hacer gimnasia para mantener el cuerpo en buen estado. Es indispensable el contacto con los familiares. También ocuparse de que la casa de uno no decaiga. La lectura, para mantenerse intelectualmente sano y activo. Uno puede recurrir a la ópera, la música, la televisión, las películas. O a la producción personal, la escritura y la expresión. Es bueno escribir sobre las vivencias propias. Hay que potenciar la capacidad creativa”, dijo Andrés Rascovsky, psicoanalista y expresidente de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA).
Ese es el caso de Cecilia, una mujer de 68 años que vive sola en un departamento del conurbano bonaerense: “Estoy escribiendo un libro. Recién estaba escribiendo un cuento sobre algo que vi en el Banco Nación cuando fui a cobrar a la mañana”. “Uno sabe cómo cuidarse, y más las personas mayores. Pasamos un montón de cosas en la vida. Enfrentamos muchas cosas, hemos sido rebeldes y hemos sobrevivido”, dijo, convencida de la capacidad de los adultos mayores para enfrentar este desafío.
Graciela Zarebski, especialista en Ciencias del Envejecimiento de la Universidad Maimónides, coincide con el diagnóstico: “Vemos que no se incrementó notablemente el desborde emocional en los mayores. La gente mayor parece estar arreglándoselas bien. Son quienes menos infringieron la cuarentena. Están estimulados y son creativos con el uso de su tiempo libre. Ya tuvieron que aprender a renovar sus proyectos antes, cuando se jubilaron. Aprendieron a ser personas resilientes y a superar las adversidades en la vida”.