[dropcap]E[/dropcap]l área de Tercera Edad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), quiere implementar un nuevo mobiliario para las plazas, sombrear el espacio de paradas de colectivos y difundir una campaña para adaptar la vivienda y evitar accidentes domésticos,
En los últimos años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) comenzó a promover el desarrollo de ciudades amigables con los adultos mayores para mejorar su calidad de vida. Ahora, la Ciudad de Buenos Aires busca sumarse a las 31 metrópolis de 22 países del mundo que trabajan para identificar y revertir los elementos claves del entorno urbano.
Con el foco puesto en facilitar la vida de la gente mayor, tanto en el uso de los espacios y los servicios públicos como en sus viviendas, la Secretaría de Tercera Edad del Gobierno porteño relevó las necesidades y elaboró un Plan Integral para Adultos Mayores (PIAM) que se pondrá en marcha el año que viene.
El plan incluye desde el diseño de un mobiliario adecuado para las plazas, el desarrollo de un prototipo de triciclo para usar en las bicisendas, el sombreado del espacio de las paradas de colectivo en las avenidas, hasta una campaña para adaptar la vivienda y el edificio con el objetivo de evitar accidentes domésticos.
El mundo está envejeciendo rápidamente y la Ciudad de Buenos Aires no escapa a ese fenómeno. Uno de cada cuatro porteños tiene más de 60 años, son cerca de 700.000 personas. “Por eso empezamos a trabajar en el relevamiento de las necesidades y en la elaboración de prototipos”, señala Claudio Romero, secretario de Tercera Edad.
En esa etapa trabajaron a partir de un “simulador de tercera edad”, que utiliza un adulto joven para evaluar distintas situaciones en la vía pública, como por ejemplo, si el tiempo de corte de los semáforos alcanzan para que la gente mayor pueda cruzar una avenida.
En cuanto a la temática relacionada con los espacios públicos al aire libre, Romero adelanta a Arq Clarín que se diseñó un mobiliario adecuado a las necesidades ergonómicas para el adulto mayor. “Ya estamos trabajando en la plaza Pichón Riviere (Santa Fe al 2200), en la Comuna 2, y la idea es que en adelante una plaza de cada Comuna renueve el mobiliario”, explica.
Milagros Maylin, directora general de Tecnología y Ciudad Amigable de Tercera Edad, brinda más detalles: “El mobiliario no tiene que tener menos de 47 cm de alto, tiene que tener 90 grados para el apoyo de rodillas, apoya brazos, y una inclinación no mayor a 20 grados”.
Romero también destaca la idea de armar estaciones accesibles con sillas de ruedas disponible que posibiliten que los abuelos que tienen problemas de movilidad puedan conocer los lugares peatonales de la Ciudad entre ellos Plaza de Mayo, Caminito en La Boca, Puerto Madero y Plaza San Martín.
Otro de los ejes principales del PIAM es transporte y movilidad. “En ese sentido, una de las medidas es sombrear el espacio de las paradas de colectivos, al menos, en las avenidas más grandes”, apunta Mayling.
Respecto a las viviendas de los adultos mayores, el plan incluye una campaña para evitar accidentes domésticos. “Es lo que llamamos edificios tutelados: a partir de medidas sencillas como subir enchufes, disponer pocos muebles en el hogar, no usar tapetes, felpudos o alfombras, colocar barandas en el baño; mientras que en el edificio se requiere señalización y que los ascensores se detengan al nivel del piso, por ejemplo”, enumera Romero.
La especialista en Geriatría Silvia Gascón, quien dirige el Master en Gerontología en la Universidad Isalud en Ciudad de La Plata, viene trabajando desde hace años en la propuesta de la OMS y asesora a varias ciudades del país, entre ellas La Plata, Buenos Aires y Resistencia, que tienen planes para la tercera edad. “Es necesario -destaca- que todos los actores sociales colaboren para asegurarse que las personas mayores puedan sentirse incluidas y participar sin barreras, tanto las arquitectónicas como las culturales”.
Fuente: Clarín