El pasado 2 de Julio, partió a la Casa Celestial el escritor y periodista Alejandro Mauriño.
Tenía 73 años cumplidos hace sólo tres días atrás. Había desarrollado su faz periodística en distintos medios de Corrientes y en la agencia nacional Telam, pero en los últimos años estaba dedicado casi exclusivamente a la literatura a la que le dejó 31 libros publicados.
Alejandro nació en Buenos Aires el 28 de junio de 1948. Su niñez y adolescencia la pasó entre su querido Palmar Grande, en Caá Catí y en Mburucuyá, pero en 1978 llegó a Corrientes capital para quedarse.
Gris
Un poeta produce cuando es otoño y llovizna
y las casas se elevan por la gracia de la niebla,
el poeta vuelve entonces al país de la infancia
poblado de angustias, de sonidos y abuelas.
Calla el tiempo un instante, orvalla la mirada,
la nube es universo que envuelve todo el cielo
cercano, por la tarde, al plano del ocaso, o así
al menos lo imagina el poeta que aguarda.
Nada en esa fiebre el consabido silencio
que sirve como abono de las bellas metáforas;
suena aquello oculto, place para el hombre
la magia indescriptible de esa breve instancia.
Un poeta genera los frutos que en el alma
alimentan la vida con sutiles fragancias: el azul
de los días, la querida y su amor, el vino y la luz
que en cada buen camino como meta se instala.
¡Infeliz la distancia entre el ave y la sonrisa!
¡Maldita sea la alcurnia del odio y la mentira!
Calma lluvia nos dice que es inútil la prisa
si en cada hora cantan siempre sesenta vidas.
Un poeta escribe y la mano le es ajena:
cinco dedos suplantan el dolor que los tiempos
le agregan a esa gota con tono de pena;
con el otoño las hojas dan la forma del viento.
© Alejandro Mauriño
Era periodista egresado del Círculo de la Prensa de Buenos Aires. Y como tal fue corresponsal de la Agencia Noticiosa Télam, colaboró con medios escritos locales y participó de innumerables programas radiales. Entre 1993 y 1995 fue ademá subsecretario de Cultura de la Provincia de Corrientes.
Como escritor dejó un total de 31 trabajos impresos de los géneros poesía, cuento, novela y ensayo. Durante el 2006 publicó una colección de cuentos fantásticos (“El gran viaje”, Moglia Ediciones ), un ensayo “Odín Fleitas, el poeta olvidado”, Subsecretaría de Cultura de Corrientes) y un poemario (“Elegías”, haikus y tankas, Editorial Zeus).
También poemarios como “La soledad avanza” (1991); “Giralunas” (1996); “Odas, profecías y maldiciones” (2000); “Oraciones ateas” (2003); “Extranjero del mar” (2012). En narrativa: “Güisqui y aceitunas”; en 2002, “Historias con lluvia” (cuentos), y un ensayo: “Omar Khayam y Borges”.
Ganador de diversos premios en concursos provinciales, regionales y nacionales, Alejandro se autodefinía como un “joven desgastado”, y era además orgulloso “maestro masón” integrante de “La Constante Unión”.
Fuente: https://diariolarepublica.com.ar/