[dropcap]L[/dropcap]a Convención sobre la protección de los derechos de las personas mayores fue aprobada – en julio pasado- por la Asamblea General con la firma de Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica y Uruguay, convirtiéndose así en un nuevo estándar americano y un precedente a nivel mundial tras un tiempo récord de trabajo de tres años. Por ello se lleva a cabo un intenso trabajo de difusión y concientización.
América es “la primera región en todo el mundo que cuenta con un instrumento internacional vinculante para promover y proteger los derechos humanos de las personas mayores”, señaló a Télam el presidente del grupo de trabajo y miembro de la misión de Panamá ante la OEA, Ivan Chanis.
Presentada inicialmente por Argentina, la Convención recibió el apoyo de Brasil, El Salvador, Paraguay y los países del Caribe, entre otros, y si bien necesita la ratificación de dos países para entrar en vigor, con su firma ya ingresó en el sistema interamericano de derechos humanos.
En lo que fue la primera jornada de agenda de actividades, la Asamblea General aprobó a su vez el proyecto de resolución para la modernización y reorganización de la Secretaría General de la OEA conforme a la visión estratégica de la institución.
La Asamblea también aprobó por aclamación otro proyecto de resolución que presentó la Argentina para apoyar la celebración de elecciones generales en Guatemala, el 6 de septiembre, en medio de la crisis política por la que atraviesa el país centroamericano, donde se reclama la renuncia al presidente Otto Pérez Molina.
“Lo hacemos con la convicción de que uno de los compromisos más importantes que asumimos los países que estamos aquí presentes es la lucha por vivir bajo un estado de Derecho”, afirmó Timerman al tomar la palabra frente a sus pares y otros altos funcionarios del hemisferio.
América es “la primera región en todo el mundo que cuenta con un instrumento internacional vinculante para promover y proteger los derechos humanos de las personas mayores”
Al brindar el discurso de apertura esta mañana, el secretario General Luis Almagro Lemes, llamó a “avanzar una agenda positiva para colocar” a la institución “a la altura de las circunstancias y evitar que el continente vuelva a caer en las prácticas de una guerra fría a la que debemos de todas formas bloquear”.
Al inaugurar la cuadragésima quinta Asamblea General de la OEA, Almagro convocó a “delinear el futuro común” de la organización. “Una hoja de ruta de modernización de esta organización para que esté a la vanguardia de otras organizaciones a nivel mundial”.
En lo que es su primer discurso ante una Asamblea General desde su asunción el 26 de mayo, el ex canciller uruguayo sostuvo que para generar los cambios que lleven a “colocar a la OEA a la altura de las circunstancias y evitar que el continente vuelva a caer en las prácticas de una guerra fría”, es necesario “fortalecer las capacidades de negociación, de mediación y de construcción de consensos”.
En ese sentido, el secretario General aseguró que la OEA debe funcionar a dos niveles de acción: por un lado la prestación de servicios a los países a nivel nacional, que incluya “desde observaciones electorales, pasando por la contribución al proceso de paz en Colombia”.
“La segunda dimensión es la OEA como foro político hemisférico” que procese “un diálogo constructivo”, detalló el flamante titular del organismo, al reiterar uno de los puntos más relevantes dentro de su propuesta para la organización, titulada “Más derechos para más gente”.
Para ello, continuó Almagro, “será fundamental que la legitimidad necesaria que la institución necesita expandir, devenga de una actuación de defensa irrestricta de la democracia y los derechos humanos sin dobles discursos ni dobles estándares”.
Desde un Salón de las Américas colmado, Almagro afirmó: “me importa tanto mi derecho a decir mi verdad como el derecho de mi opositor a decir la suya”.
“Soy gobierno y soy oposición. Debo ser el más acérrimo defensor de derechos. Debo ser el más pobre en términos económicos. Debo ser el que sufre la desigualdad desde abajo, el que no tiene voz o aquel cuya voz no es escuchada. El discriminado. El que sufre de antisemitismo. El que sufre la exclusión por ser indígena o afrodescendiente. El que no puede decidir. El que sufre la falta de protección de derechos civiles o políticos o económicos o sociales y culturales”, aseveró.
Por último, Almagro hizo un llamado a “atacar las bases de la impunidad en cualquiera de sus formas: corrupción, discriminación o crímenes de lesa humanidad”, así como procurar “impulsar un diálogo interreligioso en las Américas como instrumento esencial de paz y estabilidad”.
“Debemos cooperar más fuertemente en esta dimensión hemisférica para evitar ataques terroristas como los que sufrió nuestro continente en el pasado”, concluyó el secretario General en el discurso de apertura.
La agenda de actividades de dos días programada para la 45 Asamblea General de la OEA, incluirá mañana la discusión por la cuestión de las Islas Malvinas, así como la elección de nuevas autoridades de órganos de la institución como ser cuatro miembros de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y cuatro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Ente los cinco candidatos para ocupar el cargo de juez de la Corte con sede en Costa Rica, se encuentra el argentino Eugenio Raúl Zaffaroni, junto con postulantes de Chile, Costa Rica, Ecuador y de Uruguay.
